El Ministerio de Defensa ruso dijo que esperaba, después de una conversación telefónica el miércoles 3 de abril entre el Ministro francés de las Fuerzas Armadas y su homólogo ruso, que “los servicios secretos franceses” no estuvieran involucrados en el ataque cerca de Moscú reivindicado por el Estado Islámico ( ES) organización. “El régimen de Kiev no hace nada sin la aprobación de sus supervisores occidentales. Esperamos que, en este caso, los servicios secretos franceses no estén detrás de esto”, afirmó Serguéi Shoigu, en el comunicado de prensa de su ministerio informando de la llamada.

París había afirmado anteriormente que, durante esta llamada, el ministro francés de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, había “recordado la disponibilidad de Francia” para “aumentar los intercambios” con Rusia en la lucha contra el “terrorismo” tras el atentado del 22 de marzo reivindicado por el ISIS.

El 22 de marzo, hombres armados entraron en una sala de conciertos antes de abrir fuego contra la multitud e incendiar el edificio. Al menos 144 personas murieron y 360 resultaron heridas en este ataque reivindicado por el EI. El Kremlin admitió que detrás del ataque estaban “islamistas radicales”, al tiempo que denunció la implicación ucraniana coordinada por Occidente.

El Ministerio ruso también volvió a recordar las recientes y polémicas declaraciones de Emmanuel Macron, quien estimó en febrero que no se podía “excluir” el envío de tropas a Ucrania. “Sergueï Shoigu indicó que si se aplicaran (estas declaraciones, nota del editor), se crearían problemas para la propia Francia”, afirmó el ministerio ruso.