La clase política expresó su “miedo” el viernes 13 de octubre tras el atentado con cuchillo en Arras, mientras los diputados suspendían sus trabajos para expresar su solidaridad con la comunidad educativa y las víctimas.
“A tres años del despreciable asesinato terrorista de Samuel Paty, otro atentado mortal contra docentes. Miedo y asco”, reaccionó Jean-Luc Mélenchon (LFI). “Miedo tras el nuevo asesinato de un profesor”, escribe Olivier Faure (PS). «No hemos terminado con el terrorismo».
Para el presidente de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, «el horror acaba de llegar», mientras que Éric Ciotti (LR) denunció un «horror absoluto».
«Hay que hacer todo lo posible para erradicar el islamismo, sus soldados y sus relevos», insistió Jordan Bardella (RN). “En Arras, la yihad acaba de estallar”, denunció Éric Zemmour (Reconquête).
Fabien Roussel (PCF) pidió “la unión de toda la nación contra el terrorismo”. “La República está al lado de sus profesores”, aseguró la ecologista Cyrielle Chatelain.
En el Palacio Borbón, la sesión, que se centró en el examen del proyecto de ley sobre la regulación del sector digital, se suspendió hasta las 15.00 horas. «La Asamblea Nacional expresa ya su solidaridad y su pensamiento hacia las víctimas, sus seres queridos y la comunidad educativa en su conjunto», afirmó la vicepresidenta Naïma Moutchou, que levantó la sesión.
El ministro responsable de las tecnologías digitales, Jean-Noël Barrot, intervino brevemente ante los diputados para saludar “el heroísmo de quienes parecen haber querido intervenir para evitar la tragedia”. Los eurodiputados también suspendieron el examen en curso del presupuesto para 2024 en la Comisión de Finanzas, tras guardar un minuto de silencio.