(Viena) Las herramientas informáticas se utilizan cada vez más en las aulas, pero ¿cómo se pueden proteger los datos de los estudiantes? El martes se presentaron dos denuncias en Austria contra Microsoft, acusada de no respetar sus obligaciones en este ámbito.
El gigante informático estadounidense está muy presente en los establecimientos con su software dedicado a la educación, pero «las escuelas no tienen control sobre los sistemas», denuncia en un comunicado la asociación vienesa que lucha por la protección de la vida privada Noyb.
Inició un procedimiento ante la Autoridad Austriaca de Protección de Datos (DSB) en nombre de dos estudiantes que asisten a una escuela en Austria, para «llevar a cabo una investigación y analizar objetivamente qué datos son procesados» por Microsoft.
Noyb también aboga por una multa, ya que “todos los niños” en toda Europa estarán expuestos a las mismas violaciones de sus derechos.
Microsoft «se protege de sus responsabilidades» hacia las escuelas, aunque éstas «no tienen forma de cumplir sus obligaciones de transparencia e información», subraya el abogado Maartje de Graaf.
La información proporcionada «es tan vaga» que es «casi imposible para los niños y sus padres comprender el alcance de la recopilación de datos», añade, refiriéndose a «un laberinto de documentos».
Y debido al “enorme poder de mercado” de Microsoft, las instituciones “no tienen una forma realista” de negociar o cambiar los términos.
Además, Microsoft 365 Education instaló rastreadores digitales, las famosas «cookies», que permiten ofrecer publicidad dirigida, a pesar de la falta de consentimiento de uno de los denunciantes y de su escuela, señala la ONG.
Esta práctica, calificada de «muy preocupante», «puede afectar a cientos de miles de alumnos y estudiantes» en el continente, juzga otro experto de la asociación, Felix Mikolasch, y pide a las autoridades «que respeten por fin los derechos de los menores». .”
Preguntada por la AFP, la empresa estadounidense no pudo reaccionar de inmediato.
La asociación vienesa Noyb (por «None of your business», que en inglés significa «no es asunto tuyo»), cuyo fundador Max Schrems se ha convertido en una figura muy conocida en el mundo de la tecnología, está en el origen de numerosas denuncias contra gigantes de la red. Los acusa de violar la ley para ganar dinero explotando los datos personales de sus usuarios.















