La retirada estadounidense de Nova Bus generará 200 puestos de trabajo en sus instalaciones de Quebec. Le toca el turno a la fábrica de Saint-François-du-Lac, donde la reducción de plantilla es del orden del 23%.
Unas 70 personas, en su mayoría soldadores, perderán su medio de vida, según la comunicación enviada al Ministerio de Trabajo por el fabricante de autobuses de la ciudad de Quebec, que se benefició del apoyo financiero del gobierno Legault en febrero pasado.
Estos despidos se suman a los 125 puestos eliminados en la planta de Saint-Eustache, que también alberga la sede de Nova Bus. Ambas reestructuraciones son atribuibles al cierre de su fábrica estadounidense, que se espera que deje de operar a finales del primer trimestre de 2025, afirma la empresa.
“La fábrica de Saint-François-du-Lac produce los chasis que se envían a las fábricas de Saint-Eustache y Plattsburgh”, afirma Alexandrine Gauvin, asesora de asuntos públicos y comunicación exterior de Nova Bus. Con el cierre de la fábrica de Plattsburgh, las necesidades de chasis sólo estarán vinculadas a las necesidades de la fábrica de Saint-Eustache. »
Este nuevo recorte coincide con la llegada de un nuevo presidente a Nova Bus: Paul Le Houillier. El 1 de junio, este último sucedió a Ralph Acs quien, según informó entonces la empresa, se jubiló el pasado mes de abril.
Si la reestructuración en Saint-Eustache afectó a los “trabajadores administrativos”, la de Saint-François-du-Lac, donde hay unas 300 personas, afecta directamente a los trabajadores fabriles sindicalizados. Están representados por Unifor.
Nova Bus tiene aproximadamente 1.200 empleados en Quebec.
Filial del grupo Volvo, el fabricante de autobuses urbanos reveló que había registrado “pérdidas financieras continuas a lo largo de los años” en Estados Unidos al anunciar el cierre de su fábrica estadounidense en junio de 2023. Sin embargo, no habían sido cuantificadas.
Los datos financieros de Nova Bus no son accesibles ya que están consolidados con los de su propietario.
En el mercado canadiense, la empresa, en el centro de la transición eléctrica, debe afrontar un aumento de sus costes, como muchos fabricantes. El pasado mes de febrero obtuvo un préstamo condonable de 19,1 millones del gobierno Legault.
En concreto, Quebec financiará el aumento del ritmo de producción de Nova Bus si la empresa mantiene sus niveles de empleo en sus fábricas de Saint-Eustache (Laurentides) y Saint-François-du-Lac (Centre-du-Québec).
No es la primera vez que el fabricante quebequense se beneficia de un impulso financiero gubernamental. En 2021, el gobierno de Trudeau le ofreció 15 millones para ayudarle a financiar sus ambiciones de electrificación.
La cartera de pedidos de Nova Bus está bien surtida en el nicho eléctrico. En 2023, la filial del Grupo Volvo obtuvo un pedido por valor de 2.200 millones para entregar hasta 1.230 autobuses urbanos eléctricos LFSe a nueve empresas de transporte, incluida Montreal. Este contrato está financiado por 1.100 millones de euros por Quebec, mientras que 780 millones proceden de Ottawa.
Durante el año pasado, la empresa intentó, sin éxito, obtener ajustes de precios en el marco de un contrato adjudicado en 2018 para la entrega de 850 autobuses urbanos híbridos a nueve empresas de transporte representadas por la Asociación de Transportes Urbanos de Quebec.
Nova Bus alegó un aumento de los costes provocado por el aumento de los precios de determinados materiales, que en ocasiones alcanzó el orden del 20 %.















