¿Deberíamos sancionar a las empresas que no ecologizan sus flotas de vehículos tanto como exige la ley? La ONG de Transporte

La ley de orientación a la movilidad (LOM), que entró en vigor en diciembre de 2019, dispuso que, a partir de enero de 2022, las empresas que tengan más de cien vehículos ligeros en su flota automovilística deberán integrar al menos un 10% de modelos “bajas en emisiones”. – es decir, menos de 50 g de CO2 por kilómetro – 100% eléctricos o híbridos enchufables en su pedido total de automóviles en el transcurso de un año. Este umbral se elevó al 30% para las comunidades o empresas públicas y al 50% para los servicios estatales.

Dos años después, la cuenta todavía no aparece. Según el estudio de T.

“Sin embargo, este pequeño grupo de empresas tiene una gran influencia en el mercado del automóvil”, recuerda la ONG. En 2023, matricularon o reinscribieron 1.492.138 vehículos ligeros (es decir, el 21% del flujo total de automóviles del año), incluidos 1.227.409 vehículos nuevos (es decir, el 61% de todos los vehículos ligeros nuevos vendidos «el año pasado)». La asociación señala las consecuencias de un compromiso demasiado tímido de las empresas. “Son el principal motor de la transición”, observa Léo Larivière, de Transportes y Medio Ambiente. De hecho, una vez expirado su contrato de arrendamiento, las empresas devuelven sus vehículos a las empresas de alquiler, que luego los envían al mercado de segunda mano, el mercado preferido por los particulares. Este mercado es más de tres veces mayor que el nuevo mercado.

En la familia de grupos grandes, T

¿Qué pasará en los próximos años cuando entren en vigor los niveles de electrificación más ambiciosos previstos por la ley LOM? Desde el 1 de enero, las empresas con al menos cien vehículos deberán encargar el 20% de modelos de bajas emisiones y el umbral aumentará al 35% en 2027 y al 50% en 2030. Pero la ley no prevé ninguna sanción cuando se superen las cuotas de electrificación. no son respetados.

Transporte

El diputado también propone excluir del sistema los híbridos enchufables, ampliamente adoptados por las empresas. Pero las condiciones de uso de estos vehículos, lastrados por su batería y que funcionan con el motor térmico cuando no se recarga periódicamente, a menudo no son óptimas, lo que aumenta su nivel de emisiones de CO2. El proyecto de reforma apoyado por Damien Adam propone que las empresas «declaren» el número de vehículos integrados en las flotas y que se apliquen sanciones cuando no respeten los umbrales establecidos por la ley.

Se podrían imponer multas administrativas de hasta 10.000 euros en caso de incumplimiento de las declaraciones. Una multa de hasta 5.000 euros por vehículo de bajas emisiones que no cumpla el objetivo también podría limitar a las empresas. Por último, los más refractarios podrían quedar excluidos de los mercados públicos. “No se trata de tirarles piedras, sino de presionar a las empresas para que conviertan en una prioridad interna la gestión para evitar sanciones”, añade el parlamentario.

Si se adoptara esta reforma, se reducirían las emisiones del sector del automóvil en 57 millones de toneladas de CO2 entre 2025 y 2035, estima T