La muerte de la pequeña Louna, en marzo de 2017, a consecuencia del síndrome del bebé sacudido, sólo pudo haber sido provocada por su padre, estimó el jueves 14 de marzo ante el Tribunal de lo Penal de París, el representante de la fiscalía, que solicitó siete años de prisión contra y en consecuencia propuso la absolución de su coacusado, el abuelo del bebé. Desde el miércoles, los jurados deben determinar quién, el padre o el abuelo, cometió la violencia fatal contra el infante.
Sébastien D., de 35 años, y su padre Didier D., de 61 años (que acogió a la pareja y al niño en su casa) son los únicos adultos que estuvieron en presencia de Louna la tarde del 27 de febrero de 2017, antes la madre no hizo sonar la alarma alrededor de las 22:40 horas. Sin embargo, a lo largo de los debates, los dos hombres afirmaron constantemente su inocencia, a pesar de los numerosos intentos del presidente de hacer que uno u otro confesara. «Todos esperábamos que se nos dijera la verdad», suspiró la fiscal general, Annabelle Philippe, que afirmó sin embargo haber formado una «convicción» durante el proceso: la de la inocencia del abuelo.
Según los investigadores, los actos violentos sólo pudieron cometerse en un período de tiempo extremadamente corto (unos dos minutos), cuando acababa de regresar del trabajo, sus padres estaban presentes en la habitación contigua y Louna no lloraba. Por tanto, el acusado no tenía motivos para estar enojado con ella, observó. Ahora bien, “si no es uno, es el otro. Esto es lo que los elementos objetivos del expediente le exigen que diga”, insistió el magistrado a la atención del jurado, recordando que el gesto fatal de sacudida se había producido según los peritajes entre las 17.45 y las 22.40 horas. y que el padre había estado solo con su hija ese día entre las 17:45 y las 22:36.
Sébastien D. fue seguramente descrito por todos los actores de este caso como un “papá, cariñoso, presente, implicado”, y nadie denunció violencia por su parte, admitió. Pero trabajaba mucho y estaba cansado, sobre todo porque recientemente había sufrido un ataque epiléptico. Por lo tanto, según el fiscal, podemos «imaginar y comprender completamente que tal fatiga podría conducir a un acto de violencia voluntaria e impulsiva». Más allá de los hechos, “hay negación, y el hecho de haber permitido que se acusara a su padre es difícil de entender”, observó. Sucede que algunos acusaron de «autoconvencerse» de no haber cometido los actos porque son tan «insoportables» que confesarlos provocaría un «colapso de la personalidad», explicó.
Está previsto que los abogados defensores presenten su caso el viernes por la mañana. Luego el jurado se retirará para deliberar.