China realiza este domingo «patrullas de combate» en el disputado Mar de China Meridional, escenario de recientes incidentes con Filipinas, mientras ese país realiza ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos, Japón y Australia.
En los últimos meses, las tensiones entre China y Filipinas -que están afirmando cada vez más sus reclamos territoriales- han alcanzado niveles no vistos en años.
Una serie de incidentes cerca de arrecifes en disputa han provocado periódicamente un aumento de las tensiones entre Pekín y Manila desde finales de 2023.
«El 7 de abril, el Comando del Teatro Sur del Ejército Popular de Liberación de China está organizando patrullas conjuntas de combate naval y aéreo en el Mar de China Meridional», dijo el ejército en un comunicado.
El documento no especifica ni la escala de estos ejercicios ni su ubicación. El Mar de China es una vasta zona marítima por donde pasa gran parte del comercio entre Asia y el resto del mundo.
«Todas las actividades militares que alteran la situación en el Mar de China Meridional y crean puntos calientes están bajo control», añadió el ejército chino, en aparente alusión a los ejercicios militares de otros países en las mismas aguas.
El sábado, Filipinas, Estados Unidos, Japón y Australia anunciaron la realización conjunta de ejercicios navales y aéreos el domingo en la zona económica exclusiva de Filipinas.
Esto demostrará el «compromiso colectivo» de los aliados «para fortalecer la cooperación regional e internacional en favor de una región del Indo-Pacífico libre y abierta», subrayaron los cuatro países.
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También está prevista para el 11 de abril en la Casa Blanca una cumbre trilateral entre el presidente estadounidense Joe Biden, su homólogo filipino Ferdinand Marcos y el primer ministro japonés Fumio Kishida.
Los ejercicios navales y la cumbre se producen después de varias escaramuzas entre barcos chinos y filipinos cerca de los atolones frente a Filipinas en los últimos meses.
La semana pasada, tres soldados filipinos resultaron heridos durante una escaramuza con la guardia costera china, que había bloqueado y dañado su barco con potentes cañones de agua frente a uno de los arrecifes en disputa, el atolón Second Thomas.
Beijing afirma haber sido la primera nación en descubrir y nombrar las islas en el Mar de China Meridional.
China ve con preocupación el fortalecimiento de los vínculos militares entre Estados Unidos y Filipinas, visto por el gigante asiático como una forma de frustrar sus reivindicaciones territoriales en la región.
Otros países costeros (Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei) tienen reclamos en competencia en el Mar de China Meridional y cada uno controla varias islas.
Ante la demanda de Filipinas, el Tribunal Permanente de Arbitraje, una organización con sede en los Países Bajos, rechazó en 2016 las reclamaciones chinas por considerarlas carentes de fundamento jurídico.
Beijing denunció esta decisión, considerando en particular que el procedimiento filipino ante esta jurisdicción no es conforme.
En los últimos años, China ha construido islas artificiales en el Mar de China que ha militarizado para fortalecer sus posiciones.
Altos funcionarios estadounidenses han afirmado repetidamente el compromiso «férreo» de Estados Unidos de defender a Filipinas en el Mar de China Meridional en caso de un ataque armado.
Al mismo tiempo, Filipinas y Japón iniciaron conversaciones sobre un pacto de defensa que permitiría a ambos países desplegar tropas en los territorios del otro. Manila ya ha llegado a un acuerdo similar con Australia y Estados Unidos.