Muy probablemente hechos antisemitas. Al menos 85 tumbas en la plaza judía del cementerio de Marcinelle, en Charleroi (Bélgica), situada a pocos kilómetros de la frontera francesa, resultaron dañadas recientemente, afirmó el jueves 23 de noviembre el alcalde de la ciudad, Paul Magnette. “El lugar elegido (…) deja pocas dudas sobre el carácter antisemita de las intenciones”, escribió en la red social X.

Sólo la plaza judía del cementerio resultó afectada, lo que indica el carácter antisemita del vandalismo, según los primeros elementos de la investigación. No se encontraron graffitis ni mensajes escritos. Los perpetradores robaron las estrellas de David colocadas en las tumbas, señaló el sepulturero del cementerio. Los daños se deben a que para poder ser robados los objetos tuvieron que ser desprecintados de las tumbas, probablemente con herramientas, explicó a la AFP un portavoz de Paul Magnette.

Desde entonces, la ciudad de Charleroi ha presentado una denuncia ante la policía, según informan nuestros compañeros del periódico belga Le Soir, y ha informado a cada una de las familias afectadas por los daños. “Quiero expresar mi solidaridad y apoyo a las familias afectadas por estos hechos atroces. El antisemitismo es un mal que debemos seguir combatiendo con todas nuestras fuerzas”, afirmó Paul Magnette en X. Se está llevando a cabo una investigación para determinar las circunstancias del daño.

Bélgica ha notado un aumento en los informes de actos o comentarios antisemitas desde el estallido de la guerra el 7 de octubre entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás. El Gobierno belga volvió a informar el miércoles de un aumento de estas denuncias, recordando que la comunidad judía, sus escuelas y lugares de culto son actualmente objeto de especial vigilancia por parte de la policía. «El antisemitismo es un mal que debemos seguir combatiendo con todas nuestras fuerzas», declaró el jueves Paul Magnette, que también es presidente del Partido Socialista francófono.