Tres médicos brasileños, entre ellos el hermano de un diputado de izquierda, fueron asesinados a tiros la noche del miércoles al jueves en un chiringuito de Río de Janeiro, asesinatos que provocaron agitación en las altas esferas del Estado. Un cuarto médico que también se encontraba en el bar resultó herido y fue trasladado al hospital.
Los cuatro hombres, que residían en Sao Paulo, se encontraban en Río para participar en un congreso internacional de medicina ortopédica, según informó la prensa local. El bar está en el paseo marítimo del acomodado barrio de Barra da Tijuca, frente al hotel donde se alojaban. «Se realizó un peritaje en el lugar, se entrevistó a testigos y se están analizando imágenes de las cámaras de vigilancia», indicó la policía en un comunicado de prensa, sin dar ninguna información sobre las motivaciones del triple asesinato.
Une vidéo issue de caméras de surveillance diffusée par plusieurs chaînes brésiliennes montre que les médecins, assis à une table de bar, ont été surpris par l’arrivée d’hommes vêtus de noir qui leur ont tiré dessus juste après être descendus d’une voiture blanca. «Se está haciendo todo lo posible para que este crimen no quede impune», afirmó José Renato Torres, jefe de la Policía Civil de Río, en una breve declaración a la prensa. Una de las víctimas, Diego Ralf Bomfim, de 35 años, era hermano de la diputada federal de Sao Paulo Samia Bomfim, del izquierdista partido Socialismo y Libertad (PSOL), compañera de Glauber Braga, otro diputado de esta formación política, electo en Río de Janeiro.
El Ministerio de Justicia dijo en un comunicado que la policía investigaría «una posible motivación política del crimen». “Ante la hipótesis de un vínculo con parlamentarios a nivel federal (nacional), ordené a la Policía Federal seguir la investigación sobre la ejecución de médicos en Río”, declaró el Ministro de Justicia y Seguridad Pública Flavio Dino en X (antes Gorjeo). En la misma red social, el presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva expresó su “gran tristeza” y su “indignación”. Expresó su solidaridad con los parlamentarios cercanos a uno de los médicos, así como con los familiares de las demás víctimas.
El PSOL exigió en un comunicado de prensa una investigación «rigurosa y eficaz» para identificar a los responsables. La activista negra y concejala de Río Marielle Franco, asesinada en marzo de 2018, era miembro de este partido. Cinco años después, los investigadores aún no han identificado a los autores de este crimen que conmocionó más allá de Brasil. Río de Janeiro, el centro turístico de Brasil, está sumido en una ola de violencia. El lunes, el Gobierno federal anunció el envío de 300 agentes y 50 vehículos de la Fuerza Nacional, dependiente del Ministerio de Justicia, para reforzar a la policía local.