Camerún, por su parte, sufrió la dura ley de los grandes nombres en el inicio de la Copa de África, al encajar un empate contra Guinea (1-1), a pesar de su superioridad numérica durante un tiempo, el lunes en Yamoussoukro. Los “Leones Indomables” dejaron tomar las riendas del Grupo C a Senegal, favorito que se hizo cargo al vencer a Gambia (3-0), a la espera del choque Camerún-Senegal del viernes. Sin embargo, los “Leones Indomables” dominaron, especialmente después de la exclusión del capitán del “Syli National”, François Kamano, justo antes del descanso.
Pero sólo pudieron responder con Franck Magri (51) a un gol inicial de Mohamed Bayo (10), donde los cameruneses se encerraron. En un regate demasiado atrevido delante de su área, Olivier Kemen se vio desposeído del balón por la presión, y su codicia le costó el gol a su equipo, a pesar de una primera parada de Fabrice Ondoa. El portero titular André Onana no estuvo en el acta. Tenía autorización excepcional para disputar un último partido de club y viajó por la noche desde Manchester después de enfrentarse al Tottenham con el United (2-2). Vincent Aboubakar, delantero y capitán, tampoco estuvo finalmente en el partido por lesión.
Después de este primer gol, Camerún puso el pie en el balón y su dominio se hizo aún más claro en la segunda parte con superioridad numérica. Porque, como tres horas antes, casi en el mismo lugar, en el Senegal-Gambia, el VAR transformó una tarjeta amarilla en roja justo antes del descanso. Después del gambiano Ebrima Adams, un rayo cayó sobre Kamano, desplomado, por un único golpe a Franck Magri en el centro del campo. El árbitro libio Ibrahim Mutaz optó por la exclusión tras observar la acción (45 3).
Reducida a diez, la Guinea de Kaba Diawara acabó cediendo ante un cabezazo de Toulouse Magri, tras un centro de Georges-Kevin Nkoudou (51). Pero evitó la derrota, apoyada en un estadio lleno, en su mayor parte guineano, con el grito de “¡Gbin Gbin So!”, que describe en lengua sussou la llegada del sonido del elefante, símbolo del equipo (Syli significa elefante). El público también se burló a veces de los cameruneses cuando avanzaban hacia la portería de Ibrahim Koné, y acabó con un suspiro de alivio tras un punto de partido para Karl Toko Ekambi salvado por Koné (88º).