El gigante tecnológico OpenAI se enfrenta a una revuelta interna. Más de 500 empleados exigen la dimisión de la junta directiva actual y la recontratación del director general despedido, Sam Altman.
En el epicentro de una crisis de liderazgo en OpenAI se encuentra la revuelta de más de 500 empleados que se están rebelando masivamente contra la junta directiva de la renombrada empresa de inteligencia artificial tras el despido del director ejecutivo Sam Altman y su inesperado empleo en Microsoft. Según una carta obtenida por CNN, amenazan con abandonar la empresa si la junta no renuncia y vuelve a contratar a Altman y al ex presidente de OpenAI, Greg Brockman.
Los empleados acusan a la junta de manejar mal el despido de Altman y de no proporcionar pruebas suficientes para respaldar las acusaciones de que Altman fue deshonesto con la junta. Además, según los empleados, la junta directiva habría negociado de mala fe con la dirección. «Sus acciones han dejado en claro que no es apto para supervisar OpenAI», decía la carta de los empleados. Hicieron hincapié en que no podían trabajar con personas que carecieran de competencia, criterio y responsabilidad para la misión y el personal.
Entre los firmantes de la carta se encuentran Mira Murati, quien fue designada brevemente sucesora interina de Altman, e Ilya Sutskever, cofundador de OpenAI. Sutskever, considerado una de las fuerzas impulsoras detrás del despido de Altman, lamentó públicamente su participación en el caos del liderazgo y afirmó que no quería dañar a OpenAI.
La carta publicada recientemente revela profundos desacuerdos dentro de OpenAI, que salieron a la luz especialmente después del despido de Sam Altman. También surgen preguntas sobre el futuro de los tres miembros externos de la junta directiva de OpenAI. Este grupo incluye a Adam D’Angelo, director ejecutivo de Quora, Tasha McCauley, una reconocida emprendedora tecnológica, y Helen Toner, directora de estrategia y subvenciones de investigación en el Centro de Seguridad y Tecnología Emergente de la Universidad de Georgetown.
Finalmente, el apoyo de Altman por parte de los empleados senior de OpenAI muestra lealtad al ex CEO y crea una oportunidad para que Microsoft se beneficie de la tensa situación. «Microsoft nos ha asegurado que hay puestos disponibles para todos los empleados de OpenAI», decía la carta.















