Le Figaro Nantes

Una historia oscura tuvo lugar en la noche del sábado al domingo al oeste de Nantes. En la localidad de Saint-Étienne-de-Montluc, situada a unos veinte kilómetros de la Ciudad de los Duques, un hombre irrumpió en una casa cuya puerta no estaba cerrada con llave.

Obviamente no estaba allí para robar cosas. Según información de Presse Océan, confirmada a Le Figaro por una fuente cercana a la investigación, el individuo se dirigió a una habitación donde se encontraba una niña de unos diez años. Luego se acercó a ella y le besó la mano. Despertada por este beso, la pequeña no habría reconocido a este hombre que se habría presentado como un pariente cercano de la familia.

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La escena y el ruido que generó terminaron por despertar al hermano de la niña y luego a los padres de su sueño. Sorprendido por la presencia de este desconocido, éste alertó a los gendarmes que rápidamente intervinieron en el lugar. La policía detuvo al cuarentón, calificado de borracho, ya conocido por la justicia por condenas anteriores.

Según Presse Océan, el sospechoso es sospechoso de «violencia psicológica», «intento de agresión sexual» y «invasión de domicilio». Debe ser objeto de un peritaje psiquiátrico previo a su juicio.