(Hong Kong) La misión lunar china que finalizó el martes demostró las capacidades científicas del gigante asiático y provocó también un torrente de desinformación contra su rival estadounidense, señal de la amarga rivalidad entre ambas naciones en el espacio.
China celebró el martes el regreso a la Tierra de la sonda Chang’e-6, con las primeras muestras traídas a bordo de la cara oculta de la Luna, un «éxito total» según la agencia espacial china.
Esta misión, una de las más ambiciosas jamás realizadas por China en el espacio, ha revivido sin embargo viejas teorías conspirativas sobre los alunizajes de las misiones lunares Apolo de la NASA, la agencia espacial estadounidense.
La unidad de investigación digital de la AFP analizó una serie de publicaciones en las redes sociales chinas. Algunos sugieren que se organizó el Apolo 11, la misión histórica que permitió al primer hombre caminar sobre la Luna en 1969.
Los investigadores temen que esta información falsa alimente el sentimiento antiestadounidense en China, que ahora pretende tomar la delantera en el sector espacial por delante de Estados Unidos.
Otro ejemplo de la desinformación que circula en el país, cuando la foto de la bandera china plantada en la superficie lunar fue difundida por la agencia espacial nacional, los usuarios de X la compararon con una foto del astronauta estadounidense Harrison Schmitt en la Luna que data de 1972 y sugirieron que este último fue escenificado.
Estos internautas argumentaron que la bandera estadounidense había sido fotografiada “flotando” en el viento –algo imposible en el satélite natural de la Tierra–, mientras que la NASA había explicado que había utilizado una barra horizontal para mantenerla recta.
“Es innegable que existe una rivalidad entre Estados Unidos y China en el espacio, y cualquier forma de desinformación sobre las actividades de ambos países es preocupante”, subraya la investigadora Saadia M. Pekkanen, de la Universidad de Washington.
Las publicaciones provocaron una avalancha de comentarios en la red social china Weibo después de que un usuario con más de 13 millones de seguidores afirmara que las fotos eran una prueba de que “los estadounidenses no aterrizaron en la Luna”.
Otros usuarios aprovecharon el tema y compartieron una foto de los miembros de la banda alemana Rammstein, vestidos como astronautas sin casco, con una leyenda sarcástica: “Ahora crees que el alunizaje estadounidense fue real”.
La AFP no pudo determinar si esta información falsa se había difundido con la ayuda de las autoridades chinas, pero los analistas cuestionan la velocidad con la que se difundió en redes sociales altamente controladas.
“A veces Pekín permite que en Internet chino se difundan sentimientos antiestadounidenses e información falsa para aliviar las tensiones internas y moldear la opinión pública china”, subraya Isaac Stone Fish, director general de Strategy Risks.
China ha desarrollado considerablemente sus programas espaciales durante los últimos treinta años, inyectando miles de millones de euros en este sector para alcanzar a los líderes estadounidenses, rusos y europeos.
El gigante asiático espera lanzar su primera misión tripulada a la Luna en 2030. También planea construir una base lunar. Por su parte, Washington planea volver a enviar astronautas a la Luna de aquí a 2026 con su misión Artemis 3.
Esta campaña de desinformación, cuyo objetivo es infundir una sensación de desconfianza mediante la reproducción de viejas teorías de conspiración, es una táctica utilizada con frecuencia en China.
«Existe una gran comunidad en línea que está feliz de hablar sobre teorías de conspiración sobre los alunizajes», dice Darren Linvill de la Universidad de Clemson.
“Si se puede explotar a esta comunidad para difundir una mentira que coloque a China bajo una luz más positiva, eso es bueno para China”, continúa.
En China, el aterrizaje de la sonda Chang’e-6 entusiasmó a la prensa nacional, que la colmó de elogios y críticas a Estados Unidos.
Para el diario Global Times, con un tono decididamente nacionalista, la misión espacial china demostró «la actitud abierta e inclusiva de China hacia la cooperación internacional», a diferencia de Estados Unidos, que está más «ocupado en corear (la existencia de una) «amenaza china». “En la llamada carrera espacial”.