Esta semana fue dura. El lunes hacía frío y humedad, acompañado de nieve y hielo. El miércoles, la depresión Irène provocó fuertes lluvias, acompañadas de viento, nieve y hielo, complicando mucho las condiciones del tráfico en el norte y el este de Francia: 36 departamentos, desde Alto Rin hasta Finisterre, quedaron cubiertos de nieve o lluvia de color naranja. -alerta de inundación.

El jueves y el viernes las temperaturas descendieron del suroeste al centroeste, con un descenso de 10 a 15°C en 24 horas. El norte de Francia amaneció con un frío glacial. En Arras incluso se batió el anterior récord de temperatura, que se remonta a la ola de frío de enero de 1987: el viernes por la mañana era de -14,7°C.

La próxima semana, la mitad norte de Francia «estará bajo la influencia de un flujo oceánico perturbado de oeste a suroeste con períodos de lluvia en una atmósfera turbulenta», anticipa La Chaîne Météo * en su boletín.

Las perturbaciones serán «especialmente activas a principios de semana», antes de perder intensidad posteriormente gracias a «las altas presiones que volverán a aumentar desde el sur», añade el sitio especializado. Por tanto, la mitad sur de Francia se verá afectada por un tiempo seco, nublado en el suroeste, «pero más soleado en el sureste». “La gran suavidad se extenderá por todo el país”, concluye La Chaîne Météo.

*El Canal Météo pertenece al grupo Le Figaro.