(Nueva York) Superada en rating por sus competidores Fox News y MSNBC, la cadena de noticias CNN juega a lo grande al albergar en exclusiva el primer debate presidencial de la campaña estadounidense de 2024, una oportunidad para reposicionarse ante los ojos de la audiencia.
CNN, primera cadena de la historia a la que se ha concedido exclusivamente la retransmisión de un debate presidencial, ofreció a sus competidores retomar el programa en su antena el jueves por la noche, pero bajo ciertas condiciones.
El logotipo de CNN debe aparecer en la pantalla y cualquier promoción del evento por parte del competidor debe mencionar el “debate presidencial de CNN”, según Los Angeles Times. Cuando la AFP le pidió que confirmara esta información, CNN no hizo comentarios.
“Es una oportunidad increíble” para el canal, afirmó Jeffrey McCall, profesor de comunicaciones en la Universidad DePauw. CNN tiene la oportunidad de “restablecerse como fuente de información en la mente de muchos estadounidenses”.
En septiembre de 2020, el primer debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump atrajo a más de 73 millones de espectadores, todos los canales combinados.
Superada continuamente por su rival Fox News en audiencia durante los últimos 22 años, CNN incluso ha cedido sistemáticamente el segundo lugar a MSNBC desde 2017.
Si las tres emisoras han tenido problemas desde la salida de Donald Trump de la Casa Blanca, CNN es, con diferencia, la más debilitada y sólo atrae una media de unos 400.000 espectadores al día, es decir, un tercio de su rendimiento en 2020.
Según la programación transmitida, los cuatro principales canales nacionales ABC, CBS, NBC y Fox transmitirán el debate, además de Fox News y MSNBC.
“No todos verán CNN, pero verán a los periodistas de CNN y la producción del canal”, dijo Mark Lukasiewicz, profesor de periodismo en la Universidad de Hofstra. “Y si va bien, si el público responde favorablemente, le saldrá bien a CNN. »
“Es probable que Trump ataque a CNN y sus moderadores al aire. Siempre funciona bien con su base”, advierte Mark Feldstein, de la escuela de periodismo de la Universidad de Maryland.
El ex jefe de Estado ha criticado públicamente al canal decenas de veces desde su primera campaña presidencial, acusándolo de parcialidad.
“Con Trump nunca se sabe a qué juego está jugando y si no es una emboscada tendida a CNN para hablar de los medios de izquierda que lo están atacando”, advierte Mark Feldstein.
Para Mark Lukasiewicz, las concesiones obtenidas por CNN, pero también por ABC, que retransmitirá el segundo debate, son “importantes para poder controlar un debate”.
A diferencia de ediciones anteriores, el espectáculo se grabará sin público. “No habrá seguidores delirantes, dispuestos a reír o reaccionar ante los ataques de Donald Trump”, describe el académico.
Segundo cambio importante, el micrófono de un candidato se cortará cuando no sea su turno de hablar. Por tanto, a Donald Trump le resultará “más difícil” “atacar” a Joe Biden, interrumpirle o exceder su tiempo de palabra, considera Mark Lukasiewicz.
Pero para Jeffrey McCall, Jake Tapper y Dana Bash, los dos moderadores, tendrán que realizar un acto de equilibrio.
“Es importante que no se involucren en el debate”, dice. “Si convierten esto en una doble conferencia de prensa”, interactuando con los candidatos, “corren el riesgo de ser acusados de parcialidad, por ambos bandos, pero especialmente por los espectadores de derecha”.
La línea editorial del canal ha experimentado varios cambios desde la elección de Donald Trump. Bajo el reinado del jefe Jeff Zucker, CNN había adoptado un estilo belicoso, fácilmente crítico con el presidente Trump.
Chris Licht, que llegó tras la repentina dimisión de Jeff Zucker, cambió completamente de rumbo, promoviendo una cobertura mesurada, sin flashes, que desestabilizó a parte de la redacción.
Su sustituto, Mark Thompson, incorporado el verano pasado, ha estabilizado el barco, que sin embargo sigue navegando por la vista, en un universo mediático ultrapolarizado, que sigue la tendencia del panorama político.
“Si CNN hace un gran trabajo”, anticipa Jeffrey McCall, “podrá demostrar al país que es un medio profesional y equilibrado, y tal vez ganarse a algunos espectadores. »
“Siempre existe una exigencia de objetividad”, afirma Mark Lukasiewicz, destacando la siempre importante audiencia de las noticias televisivas de los grandes canales nacionales. “Pero en el cable, no estoy seguro de que la gente migre después del debate. »