Investigadores franceses de Lyon y Saint-Étienne (centro-este) han establecido que los cocodrilos son capaces de percibir angustia en los llantos de monos bebés o humanos a pesar de la gran distancia de estas especies, en un estudio publicado por la revista de la Royal Society.

Utilizando muestras de sonido de los llantos de bebés humanos, bonobos y chimpancés, transmitidos a las piscinas de numerosos cocodrilos del Nilo en un parque zoológico en Agadir, Marruecos, los investigadores han descubierto que los reptiles se sienten más atraídos por estos llantos cuando están angustiados.

La idea al principio era observar la universalidad de las características de angustia en las llamadas de los animales, pero durante su estudio los investigadores se dieron cuenta de que «los parámetros acústicos para juzgar la angustia eran más relevantes en los cocodrilos que en los humanos.

«La experiencia ha demostrado que los cocodrilos identifican perfectamente la angustia en los llantos de los monos bebés o de los humanos, pero también que cuanto más angustia contienen los llantos, más reaccionan los reptiles», explica Nicolas Grimault a la AFP. Director de investigación del Laboratorio de Cognición Auditiva y Psicoacústica (CRNL, CNRS, Inserm, Universidad de Lyon 1), es uno de los principales autores de este estudio realizado por investigadores franceses, publicado el 9 de agosto por la revista de la Royal Society. especializada en investigación biológica.

“Los cocodrilos se basan en criterios de aspereza, caos en el grito, que es más relevante que el criterio en el que se basan los humanos, que es el tono del sonido”, continúa. Para el investigador, esta agudeza se explica por el hecho de que los cocodrilos son animales de sangre fría, muy económicos en sus movimientos y oportunistas, que buscan presas en situación de debilidad. «Cuanto más angustiado está un animal, más presa fácil es», explica Nicolas Grimault.