La lava brotó el sábado de una nueva fisura volcánica en la península de Reykjanes en Islandia, marcando la cuarta erupción en el área desde diciembre, anunciaron las autoridades el sábado.
«Ha comenzado una erupción volcánica entre Stora Skogfell y Hagafell en la península de Reykjanes», anunció el Instituto Meteorológico de Islandia (OMI) en un comunicado, mientras que transmisiones de video en vivo mostraban lava incandescente y columnas de humo.
La Protección Civil islandesa anunció el envío de un helicóptero para localizar con precisión la nueva grieta. Minutos antes de la erupción, el Instituto Meteorológico de Islandia emitió un comunicado informando de actividad sísmica que aumentaba el riesgo de otra erupción.
Según la prensa local, el pueblo pesquero de Grindavik comenzó a ser evacuado y los residentes recibieron mensajes de texto ordenándoles que abandonaran rápidamente la zona. A los aproximadamente 4.000 residentes de Grindavik se les permitió regresar a sus hogares el 19 de febrero, después de haber sido evacuados el 11 de noviembre.
Grindavik, pero también la central energética de Svartsengi y el sitio turístico geotérmico de la Laguna Azul, han sido evacuados periódicamente desde noviembre. Unas 28.000 personas viven en esta región, situada en el sur de la península, una de las más pobladas de Islandia, a unos 40 kilómetros al suroeste de Reikiavik. Grindavik tuvo que ser evacuada el 11 de noviembre después de que cientos de temblores dañaran casas y agrietaran en gran medida carreteras, lo que generó temores por el futuro de la ciudad.
A los terremotos les siguió una falla volcánica el 18 de diciembre que salvó a Grindavik y luego una segunda el 14 de enero en las afueras de la ciudad, derramando lava anaranjada en las calles y reduciendo tres casas a cenizas. El 8 de febrero, una tercera erupción cerca de la misma localidad estuvo acompañada de un río de magma de 15 millones de m3 durante las primeras siete horas.
Islandia alberga el mayor número de volcanes activos de Europa, 33. La actividad registrada desde 2021 en esta península de Reykjanes atestigua el despertar, después de 800 años, de una larga falla que ha permitido la subida de magma, coinciden los vulcanólogos.