El cuerpo del ecuatoriano Júnior Roldán, temido exlíder de la banda Los Choneros, fue robado de un cementerio cerca de Medellín, la segunda ciudad de Colombia, anunció la policía el miércoles 14 de septiembre. Luego de descubrir por la mañana que las puertas del cementerio habían sido abiertas sin permiso, un empleado del cementerio de Envigado informó a un sacerdote que acudió al lugar.

Posteriormente se descubrió la desaparición del cuerpo de Roldán, enterrado a principios de mayo, explicó la policía local. Roldán, alias J.R., había huido de la justicia ecuatoriana. En febrero pasado salió libre de una prisión en Guayaquil, escenario de sangrientos enfrentamientos entre bandas rivales vinculadas al narcotráfico. Se había beneficiado de una medida de libertad condicional, criticada por el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso.

En marzo sufrió un ataque armado en el que resultó herido y las autoridades penitenciarias le perdieron la pista. Dos meses después, su cuerpo fue encontrado en Colombia con un balazo en la cabeza en una zona rural del noroeste del país. Nadie reclamó su cuerpo y fue enterrado el 18 de mayo en el cementerio de Envigado.

Fue acusado de varios asesinatos, atentados y masacres cometidos en cárceles ecuatorianas donde los enfrentamientos entre bandas han dejado al menos 430 muertos desde febrero de 2021. Tras el asesinato de su líder Jorge Luis Zambrano en 2020, la banda Los Choneros se divide en varias facciones, según medios locales. Roldán, exteniente de Zambrano, se hizo cargo de Las Águilas y Adolfo Macías, alias Fito, de Los Fatales.

Detenido desde 2011, Macías fue trasladado a una prisión de alta seguridad tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien murió bajo las balas de asesinos colombianos a principios de agosto. Villavicencio denunció anteriormente amenazas de Macías. Esta semana, a casi un mes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador prevista para el 15 de octubre, los tribunales cancelaron el traslado de Macías.

Ecuador está asfixiado por la violencia vinculada al narcotráfico en la que participan bandas locales aliadas de organizaciones colombianas y mexicanas.