La OTAN inicia el lunes 12 de junio su más importante ejercicio de maniobras aéreas, coordinado por Alemania y destinado a mostrar la unidad de sus miembros ante posibles amenazas, en particular de Rusia. El ejercicio «Air Defender 23» se prolongará hasta el 23 de junio y reunirá a unos 250 aviones militares de 25 países miembros y socios de la OTAN, entre ellos Japón y Suecia, país candidato a la adhesión a la OTAN.

Hasta 10.000 personas participarán en estos ejercicios destinados a reforzar la interoperabilidad y la protección frente a drones y misiles de crucero en caso de ataque a ciudades, aeropuertos o puertos situados en territorio de la OTAN. El simulacro fue diseñado en 2018, en parte en respuesta a la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, aunque no está dirigido específicamente a «nadie», dijo el jefe del ejército, general Ingo Gerhartz, de la Fuerza Aérea Alemana, durante la presentación del ejercicio.

La OTAN está decidida a defender «cada centímetro» de su territorio pero no enviará «ningún vuelo, por ejemplo, en dirección a Kaliningrado», el enclave ruso que limita con Polonia y Lituania, miembros de la OTAN, aseguró. “Somos una alianza defensiva y así está planeado este ejercicio”, insistió el general.

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Pero estas maniobras también tendrán como objetivo enviar un mensaje, en particular a Rusia, explicó a la prensa la embajadora de Estados Unidos en Alemania, Amy Gutmann. “Me sorprendería mucho que un líder mundial no tomara nota de lo que esto muestra en términos del espíritu de esta alianza, lo que significa la fuerza de esta alianza, y eso incluye al señor (Vladimir) Putin”, dijo el presidente ruso, ella argumentó. “Al sincronizarnos, multiplicamos nuestra fuerza”, señala Amy Gutmann.

La guerra de Rusia contra Ucrania ha galvanizado la alianza militar occidental creada hace casi 75 años para enfrentarse a la Unión Soviética. Finlandia y Suecia, que durante mucho tiempo han mantenido la neutralidad oficial para evitar cualquier conflicto con Moscú, solicitaron unirse a la OTAN después de la invasión rusa del 24 de febrero de 2022. El ejercicio incluirá entrenamiento operativo y táctico, principalmente en Alemania, pero también en el República Checa, Estonia y Letonia. El canciller alemán Olaf Scholz visitará a los pilotos con base en el aeródromo de Schleswig-Jagel en el norte de Alemania el viernes.

Para el general Michael Loh, director de la Guardia Nacional Aérea de EE. UU., las misiones de la OTAN se encuentran en un «punto de inflexión». “Mucho ha cambiado en el panorama estratégico global, especialmente aquí en Europa”, señala. El ejercicio tendrá como objetivo “complementar la presencia permanente de Estados Unidos en Europa” y brindar entrenamiento “a una escala mayor que la que habitualmente se realiza en el continente”, agrega el oficial.

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El general aclaró que muchos pilotos de la Alianza trabajarían juntos por primera vez. “Se trata de nutrir las viejas relaciones que tenemos, pero también de construir nuevas relaciones”, resume. “Se trata de establecer qué significa enfrentarse a una gran potencia en el contexto de una competencia entre grandes potencias”, añade este militar. No hay planes en esta etapa para hacer de «Air Defender» un ejercicio regular, dijo Amy Gutmann. Pero, agregó, «no queremos que este ejercicio sea el último».

Cuando se le preguntó acerca de las posibles interrupciones en los viajes aéreos civiles durante el ejercicio, el general Gerhartz insistió en que los planificadores harían «todo lo que estuviera a su alcance» para limitar los retrasos o cancelaciones de vuelos, ya que las vacaciones escolares comienzan en algunas partes de Alemania. Creada al comienzo de la Guerra Fría, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se ha convertido en la principal organización común de defensa militar, con 31 países miembros en Europa y América del Norte.