Algunos lo ven como compromisos, otros denuncian concesiones excesivas. Sobre todo, todos señalan que la Asamblea Nacional sigue buscando un remedio contra los desiertos médicos. Mientras un texto de la mayoría presidencial llega al hemiciclo esta semana, un grupo de diputados multipartidista pretende arrancar una verdadera “regulación” en la instalación de cuidadores, en contra de los consejos del gobierno.

¿Debe condicionarse la instalación de médicos a la falta de cuidadores en un territorio? Esta no es la solución a corto plazo, responde Frédéric Valletoux, diputado del grupo Horizons -el partido de Édouard Philippe- y autor del esperado texto. Sin embargo, es una “palanca” esencial, cuestiona el socialista Guillaume Garot, por iniciativa del grupo transpartidista dedicado a este problema.

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El texto de Frédéric Valletoux para el “compromiso territorial de los profesionales de la salud”, por lo tanto, dará a la Asamblea Nacional la oportunidad de decidir sobre este tema de gran preocupación para los franceses, que es el acceso a la atención. Co-firmado por unos 200 diputados de la mayoría y apoyado por el gobierno, el proyecto de ley pretende “aumentar la participación de los establecimientos de salud en la permanencia de la atención”. Así, las clínicas privadas se utilizarán más para garantizar las emergencias, explica el diputado de Seine-et-Marne.

Los cuidadores serán empujados a trabajar juntos, a través de un apego automático, “a menos que se opongan”, de todos los liberales a las comunidades territoriales de profesionales de la salud (CPTS), supuestamente para facilitar su coordinación. El proyecto de ley también pretende prohibir el trabajo temporal al inicio de sus carreras para ciertos cuidadores y abrir la posibilidad de que los médicos a partir del tercer año de estudios firmen «Contratos de servicio público» que prevén una asignación mensual contra la participación en un desierto médico.

Si Guillaume Garot mantiene el espíritu del texto, pretende aprovechar la sesión pública para introducir una «palanca» mucho más radical: la «regulación» de la instalación por parte de las Agencias Regionales de Salud (ARS). “La salud ya no puede depender de nuestro código postal”, insiste el representante electo de Mayenne que recorre Francia desde hace varios meses para impulsar las propuestas desarrolladas por el grupo transpartidista compuesto por 207 diputados de todos los grupos fuera de RN. Pero al no haber obtenido la inclusión de su texto en la agenda de la Asamblea Nacional, quiere aprovechar la ventana de oportunidad que le brinda la propuesta de Valletoux para aprobar sus medidas a modo de enmienda.

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Haciendo un llamamiento al «coraje político», Guillaume Garot tiene la intención de garantizar que los médicos liberales y los cirujanos dentales solo puedan establecerse «por derecho» en áreas que sufren escasez de cuidadores. Para instalarse en un área que ya está bien provista, tendrían que obtener una autorización de la ARS, que podría aceptarla, por ejemplo, si otro profesional sale del territorio. El mapa de desiertos médicos se dibujaría utilizando un nuevo indicador territorial. Pero una adopción de este principio de “regulación” sería experimentada como un casus belli por varios representantes de los médicos liberales, que ya consideran que el texto de la versión de Valletoux va demasiado lejos.

“Repartir mejor la escasez no enriquecerá a nadie en médicos”, cree también Frédéric Valletoux, opuesto a esta regulación. Al igual que el presidente Emmanuel Macron y Élisabeth Borne, quien preguntó el domingo en France 3: «¿Dónde están las áreas donde hay demasiados médicos?». El primer ministro explicó que se actuará mediante «toda una serie de medidas», desde la abolición del «numerus clausus» para formar más médicos, hasta asistentes médicos para permitir que los facultativos atiendan a más pacientes. El número de centros de salud, donde los médicos pueden ejercer con las enfermeras en particular, también debe aumentar de alrededor de 2.300 hoy a «4.000 al final del quinquenio», agregó.

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El destino de la enmienda clave de Guillaume Garot durante la sesión es difícil de predecir, ya que la cuestión va más allá de las divisiones habituales. En el campo presidencial también, “hay gente que está a favor de la regulación y otra en contra”, reconoce Frédéric Valletoux.

En comisión la semana pasada, los diputados del grupo transpartidista ya han adoptado medidas para regular las ayudas económicas a la instalación (sólo una cada diez años) y las salidas imprevistas, incluidas las de odontólogos y matronas (con seis meses de antelación).