Una proporción importante de gendarmes y policías considera que los controles de identidad son poco o nada eficaces para garantizar la seguridad de un territorio, según un estudio del Defensor de los Derechos sobre las condiciones laborales de los agentes del orden y sus actitudes hacia la población publicado el martes. Los controles de identidad, estimados en casi 47 millones al año según el Tribunal de Cuentas, son poco o nada eficaces para garantizar la seguridad de un territorio para el 39,2% de los gendarmes y policías encuestados, según muestra el estudio encargado a investigadores del Centro de Investigación Sociológica sobre Derecho e Instituciones Penales (CESDIP).

La policía es la más escéptica sobre la eficacia de los controles específicos sobre los consumidores de cannabis: el 69,5% considera que este método es poco o nada eficaz. En cuanto a las prácticas profesionales, las respuestas son contrastantes: si el uso de la fuerza para obtener confesiones se condena en más de 9 de cada 10 casos, casi 6 de cada 10 encuestados (59,8%) creen que, en determinados casos, el uso de más fuerza que lo previsto en los textos debe tolerarse.

La mayoría de los agentes de policía y gendarmes también consideran que el cumplimiento de su misión es una prioridad frente al respeto de la ley (51,8% frente a 45,2%). La formación continua sigue siendo un problema, según una proporción importante de los agentes del orden entrevistados. Una pequeña minoría de gendarmes y agentes de policía (12% y 5,5% respectivamente) se han beneficiado de formación durante el último año sobre cómo reducir la violencia.

Asimismo, casi la mitad de los agentes (45,7%) dice estar insuficientemente formado en derechos ciudadanos. El 66,6% ha estudiado derecho de menores, el 53,5% derecho de no discriminación, el 28,8% derecho de refugiados y extranjería y el 20,1% derechos económicos y sociales.

Ante estos resultados, la Defensora de los Derechos invita a las autoridades e instituciones públicas interesadas a aplicar las recomendaciones que ha formulado en numerosas ocasiones, como «reforzar la formación inicial y continua de los agentes de policía y gendarmes» y «implementar un sistema de evaluar la práctica de los controles de identidad, su eficacia y su impacto en las relaciones con la población. Esta encuesta se basa en una muestra de 976 gendarmes y 655 agentes de policía repartidos en siete departamentos: tres en la región de París (Yvelines, Essonne, Val-d’Oise) y cuatro en la región de Auvernia-Ródano-Alpes (Cantal, Isère, Loira, Ródano).