Para contrarrestar lo que calificó de agresión «histérica» por parte de Estados Unidos y Corea del Sur, el líder norcoreano, Kim Jong-un, pidió aumentar las capacidades de disuasión de su país, dijo el martes la agencia estatal de noticias.
El dictador norcoreano asistió el lunes 10 de abril a una reunión de la comisión militar central dedicada a la lucha “contra la escalada de maniobras de los imperialistas y traidores estadounidenses, títeres surcoreanos para iniciar una guerra de agresión”, según informó la oficial KCNA. agencia de noticias.
En este encuentro, Kim Jong-un ordenó reforzar las capacidades de disuasión de Corea del Norte, «cada vez más rápido» y de una manera «más concreta y ofensiva». Desde el 23 de marzo, Pyongyang ha afirmado en particular haber realizado tres pruebas de un dron de ataque nuclear submarino capaz de “producir un tsunami radiactivo a gran escala”. El régimen también dijo que lanzó un misil balístico intercontinental (ICBM) el 16 de marzo.
El año pasado, Corea del Norte se declaró potencia nuclear “irreversible”, sepultando así cualquier negociación sobre la desnuclearización del país. Y en marzo, Kim Jong-un ordenó a sus tropas que intensificaran sus ejercicios para la «guerra real». Washington y Seúl respondieron con maniobras militares conjuntas, en las que participaron aviones furtivos estadounidenses. Pyongyang considera estas maniobras como ensayos para una invasión de su territorio y las calificó el martes de ejercicios «histéricos», «simulando una guerra total contra» Corea del Norte.
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El martes, Corea del Sur también llamó a Corea del Norte «irresponsable» después de que Pyongyang cortó el contacto con Seúl. Durante los últimos cinco días, Corea del Norte no ha respondido a las llamadas de su vecino del sur, realizadas a través de una línea de comunicación militar y un canal de enlace intercoreano, dijo a periodistas el ministro surcoreano de Unificación, Kwon Young-se.
El contacto entre las dos Coreas se cortó un día después de que Seúl instó a Pyongyang a dejar de usar una antigua zona industrial conjunta en la ciudad norcoreana de Kaesong sin permiso. Según Seúl, la oficina de enlace de Corea del Sur envió el pasado jueves una notificación a Corea del Norte solicitando el cese de las actividades en el complejo industrial, a lo que Pyongyang se negó. Seúl se retiró del proyecto en 2016, en respuesta a una prueba nuclear y ataques con misiles del Norte, diciendo que las ganancias de Kaesong ayudaron a financiar los programas de armas de Pyongyang.
