Corea del Sur ha puesto en órbita un segundo satélite espía militar, fabricado en territorio nacional y embarcado en un cohete Space X Falcon 9, anunció este lunes 8 de abril el Ministerio de Defensa. En diciembre, Corea del Sur confirmó el lanzamiento exitoso de su primer satélite espía militar, también transportado por un cohete Falcon 9 de Space X, la compañía de Elon Musk, que despegó del Centro Espacial John F. Kennedy en Florida.
«El segundo satélite de reconocimiento de nuestro ejército se separó con éxito del vehículo de lanzamiento alrededor de las 09:02 (00:02 GMT) y entró en la órbita objetivo», dijo el Ministerio de Defensa en un comunicado. «Tenemos la intención de confirmar que el satélite está funcionando normalmente a través de comunicaciones con estaciones terrestres en el extranjero», añadió.
Estos dos lanzamientos reflejan una intensificación de la carrera espacial en la península de Corea. Corea del Norte anunció en noviembre del año pasado que había lanzado su primer satélite espía. El primer satélite de Seúl ha transmitido imágenes de alta resolución del centro de Pyongyang a las autoridades y se espera que su misión principal comience en junio, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap. Corea del Sur planea lanzar un total de cinco dispositivos espías para 2025 para monitorear mejor al Norte.
Una vez que los satélites, una vez entrados en órbita, hayan comenzado su misión, el ejército surcoreano podrá espiar infraestructuras clave en Corea del Norte aproximadamente cada dos horas, detalló el canal público KTV.
Por su parte, Corea del Norte afirmó que su propio satélite estaba en órbita y que había enviado imágenes de la base estadounidense en Pearl Harbor en Hawaii, así como de “objetivos importantes” en Corea del Sur.
Pyongyang logró enviar al espacio su dispositivo “Malligyong-1” tras dos fracasos en mayo y agosto de 2023. Según Seúl, el Norte recibió ayuda de Rusia a cambio de entregas de armas para la guerra liderada por Moscú en Ucrania. Los expertos creen que esta exitosa operación permitirá a la inteligencia norcoreana mejorar la recopilación de información sobre Corea del Sur en particular, y disponer de datos cruciales sobre cualquier conflicto.