La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, acusada de no poder resolver los problemas migratorios de su país, advirtió el lunes 8 de mayo a Francia contra cualquier «uso» de Italia en problemas políticos internos.

«Advierto contra el uso de otros países para resolver problemas políticos internos, porque eso es algo que normalmente no se hace», dijo el líder de extrema derecha a los periodistas. Al afirmar que había hablado con el presidente francés, Emmanuel Macron, el día anterior a las declaraciones del ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, cuestionando su gestión de la inmigración, Giorgia Meloni consideró que había una clara diferencia entre el discurso que tenía Francia «en privado y en público». “Me hace pensar que este es un asunto de política interna francesa”, comentó.

El jefe de la diplomacia italiana, Antonio Tajani, exigió este viernes una disculpa a Gérald Darmanin, cuyos comentarios sobre la incapacidad de Giorgia Meloni para gestionar la inmigración provocaron una nueva crisis entre Roma y París, que desde entonces intenta calmar a Antonio Tajani que había cancelado su primer visita a París el jueves por la tarde, donde se reunirá con su homóloga Catherine Colonna, tras las declaraciones de Gérald Darmanin acusando a la primera ministra Giorgia Meloni de ser «incapaz de resolver los problemas migratorios por los que fue elegida». Catherine Colonna publicó rápidamente un mensaje en italiano en Twitter, diciendo que “la relación entre Italia y Francia se basa en el respeto mutuo”. Inmediatamente llamó a Antonio Tajani.

La inmigración ha sido un tema extremadamente sensible en las relaciones franco-italianas durante años. En noviembre, los dos países vivieron un punto álgido cuando el Gobierno de Meloni, apenas en el poder, se negó a permitir el atraque de un barco humanitario de la ONG SOS Méditerranée, que acabó siendo acogido por Francia en Toulon (sur) con más de 200 migrantes a bordo. El episodio había enfadado a París, que había convocado una reunión europea para que este escenario inédito no se volviera a repetir.

Desde entonces, ha aumentado el número de cruces clandestinos en barco. Según el Ministerio del Interior italiano, este año han llegado a Italia más de 42.000 personas a través del Mediterráneo, frente a unas 11.000 en el mismo período de 2022. Casi la mitad de ellas proceden de países francófonos (Costa de Marfil, Guinea , Túnez, Camerún, Burkina Faso, Malí), según cifras del Ministerio del Interior italiano.