El ayuntamiento de Marsella se tomó un tiempo para reaccionar públicamente tras la explosiva semana vivida por Pablo Longoria la semana pasada en el OM y empieza a hablar. Era hora. Invitado al set del BFM Marsella el jueves por la noche, Benoît Payan fue inevitablemente interrogado sobre la crisis en el club de Marsella y las tensiones entre la dirección y la afición.
“Vamos a hablarnos muy claramente”, admite en su primer discurso público real más de una semana después de los hechos. El ‘se dice’, el ‘se dice que’… todo eso no sirve. Lo llamé por la mañana (el día de la entrevista de Longoria en La Provence). Hoy, la justicia ha actuado por sí misma. No fue Pablo quien presentó la denuncia. Fue el fiscal quien abrió (una investigación). Y condeno toda violencia, venga de donde venga. Mi papel es llamar a la calma. Mi papel no es dividir. OM es una institución. Cuando hay excesos, de un lado o del otro, cuando hay errores, de un lado o del otro, hablo. Hoy necesito separar lo falso de lo verdadero. Lo que quiero es que la gente hable entre nosotros, que volvamos a la calma. Mi papel es calmar. No se trata de echar sal en las heridas”.
El concejal, cuya falta de apoyo público no fue apreciada por la actual dirección de OM, encabezada por Pablo Longoria, quiso ir más allá en sus explicaciones. Sin criticar jamás la actitud de algunos seguidores, en particular la de Rachid Zeroual, miembro muy influyente de los Ganadores del Sur y cercano a Samia Ghali, su adjunta en el ayuntamiento de Marsella.
«No quiero politizar las cuestiones que rodean al Olympique de Marsella», explica. El Olympique de Marseille no pertenece a ningún clan político. Pertenece a los marselleses y a los marselleses, a sus partidarios, por supuesto a su accionista a nivel institucional, pero no sólo eso. Por eso debemos proteger esta institución. Por eso el principal accionista (Frank McCourt) tendrá que asumir sus responsabilidades para llamar a la calma. Pablo quedó muy afectado por lo sucedido. No tengo ningún sujeto que lo respalde. Sólo digo que no siempre me pongo en acción ante el más mínimo problema. Durante mucho tiempo, en Marsella estábamos acostumbrados a tener políticos que iban a llorar a los televisores y no actuaban. Yo, en lugar de venir a quejarme en un televisor, actúo. Ahora debemos reunir a todos alrededor de la mesa para llegar a la cima. Estoy cansado de que mi ciudad dé un mal ejemplo porque algunas personas se divierten empeorándolo. »