Francia expresó su «profunda preocupación» por la situación en Sudán, donde la rivalidad entre los dos generales al mando desde el golpe de Estado de 2021 degeneró el sábado en enfrentamientos callejeros, y pidió a las dos partes que «hagan todo lo posible para detener» la violencia. “Solo el retorno a un proceso político inclusivo, que conduzca a la designación de un gobierno de transición y elecciones generales, puede resolver definitivamente esta crisis”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado de prensa.

Francia está «disponible, con los demás socios de Sudán, para facilitar una salida a la crisis y promover una solución política», prosigue este texto. La embajada en Jartum y el centro de crisis en París se movilizan para garantizar la seguridad de los ciudadanos franceses, agrega. Según el sindicato oficial de médicos, tres civiles murieron el sábado en Sudán, dos de ellos en la capital, donde los tiroteos y las explosiones han sido ininterrumpidos desde la mañana. Los médicos mencionan «un gran número de lesiones, algunas de gravedad».

La ONU, Washington, Moscú, Riad, la Unión Africana, la Liga Árabe, la Unión Europea e incluso el exprimer ministro civil Abdallah Hamdok han pedido un alto el fuego ‘inmediato’, por ahora sin efecto. El general Mohamed Hamdane Daglo, conocido como «Hemedti», comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), miles de ex milicianos de la guerra de Darfur que se han convertido en auxiliares del ejército, dijo el sábado por la noche en el canal Emirati Sky News Arabia que sus tropas no había ‘empezado’. “Burhane el criminal debe rendirse”, dijo mientras los disparos resonaban a su alrededor. «Deberíamos tenerlo en las próximas horas». El FSR pretende controlar el aeropuerto internacional y el palacio presidencial.

El jefe del ejército, general Abdel Fattah al-Burhane, asegura que le «sorprendió» un ataque a su cuartel general por parte del FSR, su antiguo mejor aliado, que el ejército califica ahora de «milicia apoyada en el exterior». El ejército dijo que movilizó sus aviones para atacar y «destruir» las bases de las RSF en Jartum. No habrá «ninguna negociación posible antes de la disolución de la FSR», agregó.