El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunirá “urgentemente” a puerta cerrada el viernes para discutir la crisis entre Venezuela y Guyana por el Esequibo, una región rica en petróleo en disputa. Rusia, a su vez, pidió una solución “pacífica”. Esta cuestión «debe resolverse con un espíritu de buena vecindad, encontrando soluciones pacíficas aceptables para todos», declaró la portavoz diplomática rusa, María Zajárova. Rusia es un aliado del presidente venezolano Nicolás Maduro, quien apoyó a su homólogo ruso Vladimir Putin desde las primeras horas de la invasión rusa de Ucrania.

Moscú se ha convertido en un socio importante de Venezuela debido a las sanciones estadounidenses que afectan al estado desde que Estados Unidos, la Unión Europea y otros países de la región no reconocieron la disputada reelección de Nicolás Maduro para un segundo mandato en 2018. A solicitud de Guyana, el Departamento de Seguridad El Consejo se reunirá a puerta cerrada este viernes a las 15.00 hora local (20.00 GMT) mientras los dos países continúan intercambiando duras declaraciones en torno a esta zona de 160.000 kilómetros cuadrados bajo administración guyanesa, reclamada desde hace décadas por Venezuela.

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«Si hay algo que no queremos es una guerra en América del Sur», insistió el jueves el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. El jueves por la tarde, los principales países sudamericanos habían instado «a ambas partes al diálogo y a la búsqueda de una solución pacífica» para «evitar iniciativas unilaterales que puedan empeorar» la situación. La tensión ha ido en aumento desde el descubrimiento de importantes reservas de petróleo por parte de la empresa estadounidense ExxonMobil en 2015 y la convocatoria de licitaciones de Guyana para la explotación de la zona. El referéndum sobre el Esequibo organizado el domingo en Venezuela fue un acelerador. Según cifras oficiales, cuestionadas por muchos observadores, en la consulta participaron unos 10,4 millones de electores venezolanos, de los cuales el 95% se manifestó a favor de la integración del Esequibo al país.

Los analistas creen que el referéndum y la retórica nacionalista del poder venezolano en el Esequibo son un intento de manipulación política a menos de un año de las elecciones presidenciales de 2024. “Es una especie de globo de prueba” para que el presidente Maduro “antes de las elecciones presidenciales evalúe la situación”. capacidad de movilización e intentar afinar su estrategia de cara a 2024”, explica Mariano de Alba, del International Crisis Group. Una «estrategia de dividir a la oposición es la única manera de tener buenas posibilidades de ganar las elecciones» en 2024, considera. El presidente Maduro ha abogado por la creación de una zona militar especial cerca de la frontera y ordenó al gigante petrolero estatal PDVSA que otorgue licencias de operación en el Esequibo. También amenazó con excluir a Venezuela de las compañías petroleras que operan en el Esequibo con concesiones otorgadas por Guyana.

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El jueves, el vicepresidente de Guyana, Bharrat Jagdeo, dijo que su país no “confiaba” en Nicolás Maduro ni en su “gobierno impredecible”. El presidente Maduro “tiene dificultades para encontrar alimentos para su población, mucha gente ha huido de este país (…) por las desastrosas políticas económicas que ha seguido y la falta de democracia”, dijo, arremetió. Las compañías petroleras que operan en Guyana “deben ignorar a Maduro y su ultimátum. Operan legalmente, completamente legalmente”, afirmó también. En este tenso contexto, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, calificó de “provocación” los ejercicios militares aéreos que Estados Unidos acababa de anunciar que se realizarían en Guyana. Washington, aliado de Georgetown, afirmó su “apoyo inquebrantable a la soberanía de Guyana”, a través de la voz del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.