El opositor cubano Vladimiro Roca, decano de la disidencia en la isla, murió en La Habana a los 80 años, anunció el lunes 31 de julio a la AFP una de sus compañeras de campaña, Martha Beatriz Roque. “Fue incinerado ayer (domingo), seis horas después de su muerte, no pudimos despedirnos de él”, dijo a la AFP el disidente en un mensaje de WhatsApp. Según el portal de noticias independiente 14ymedio, Vladimiro Roca padecía diabetes y alzhéimer.

Hijo de uno de los fundadores y líderes históricos del Partido Comunista de Cuba (PCC), Vladimiro Roca fue uno de los más feroces opositores a los gobiernos de Fidel Castro y luego de Raúl Castro. En la década de 1990 integró el «Grupo de Trabajo de Disidencia Interior», junto a otros opositores como Martha Beatriz Roque, René Gómez Manzano y Félix Bonne, ya fallecido. Luego tomó la cabeza del colectivo Todos unidos para intentar federar la disidencia a nivel nacional. En 1997, fue arrestado y acusado de socavar la seguridad del Estado luego de firmar un documento con otros tres disidentes llamando al multipartidismo y la libertad económica. Había cumplido una condena de casi cinco años de prisión.

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“La revolución murió hace mucho tiempo. Ahora es un régimen dictatorial el que está en marcha”, dijo a la AFP en 2019 con motivo del 60 aniversario de la revolución castrista. Graduado en 1963 en la Unión Soviética, voló MIG rusos en el ejército cubano y luego trabajó en la aviación civil. Luego estudió economía y trabajó en una agencia estatal, antes de ser despedido en 1992. Como muchos disidentes de esta generación, admitió haber mantenido un perfil bajo en los últimos años. Pero había asegurado que continuaría con su labor de asesorar a la joven generación de opositores para que continuara la lucha contra el poder comunista.