“Tres conciertos por semana”. Después de haber mencionado en una columna en Le Figaro su idea de «racionar Internet», la ex Ministra de Educación Nacional Najat Vallaud-Belkacem publicó este lunes por la noche en X una publicación defendiendo su propuesta y respondiendo a los múltiples «trolls» que “sólo tienen insultos en los labios”.

“Queridos trolls, prefiero reírme de la agresión extra que mi texto os habrá inspirado. Algún día, todavía tendrás que pensar en cambiar tu disco rayado. Les prometo que mis comentarios sobre nuestra relación con las pantallas no tienen nada que ver con mi supuesto islamismo”, escribió primero. Y continúa: “Para otros (…) no es un ataque a la libertad de expresión sino al contrario defendernos frente a la alienación. Una reflexión sobre nuestro consumo (…) No os fijéis en la cantidad de gigabytes (…) es una simple ilustración. Pero preguntar cuánto necesitamos utilizar Internet es un ejercicio útil. Concluye deseando “mucha suerte a quienes sólo tienen insultos en los labios. Vidas tristes”.

La consejera regional de Auvernia-Ródano-Alpes fue objeto de numerosos detractores durante todo el lunes, tras la publicación en nuestras columnas de una columna en la que pedía pensar «concretamente en los medios para racionar Internet, por ejemplo concediendo un número limitado de de gigabytes a utilizar diariamente.

“La rareza requiere cierta sabiduría. Si sabemos que sólo tenemos tres gigabytes para usar en una semana, probablemente no los gastaremos publicando comentarios de odio o creando falsificaciones. Quizás dejemos de considerar “normal” pasar varias horas en sitios pornográficos viendo vídeos en ultra HD”, imaginó.

“La salida de Najat Vallaud-Belkacem con sus 3 GB es, lamentablemente, sólo una prueba de la incompetencia de muchos políticos en el ámbito digital”, criticó Samuel Lafont, cercano a Éric Zemmour, en X. El consejero parisino Aurélien Véron, por su parte, preguntó: “¿Realmente queremos que Najat Vallaud-Belkacem tenga control sobre nuestras vidas?” Otros usuarios de Internet también describieron la idea propuesta como “alucinante”, abriendo la “puerta a exenciones y privilegios”.