(Ottawa) El gobierno de Trudeau podría no cumplir su objetivo de mantener el déficit en 40.000 millones de dólares durante el último año fiscal que finalizó el 31 de marzo en 10.000 millones de dólares.
En su último número de revisión financiera, el Ministerio de Finanzas indica que el déficit para el ejercicio 2023-2024 se establece provisionalmente en 50,9 mil millones de dólares. Esto es considerablemente más de lo que anunció la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, en su declaración económica del pasado noviembre y en su último presupuesto presentado el 16 de abril.
En la oficina del Ministro Freeland se argumenta que los ajustes de fin de año podrían modificar estos cálculos iniciales del Departamento. Los ingresos que aún no se han registrado, así como los gastos adicionales agregados al final del año fiscal por el gobierno de Trudeau, podrían tener un impacto significativo. Esto ya ha ocurrido varias veces en el pasado, según señalaron en el despacho del ministro. Los resultados finales para el año fiscal 2023-2024 se presentarán en la Cámara de los Comunes este otoño.
Lo cierto es que en su último presupuesto, la Ministra Freeland certificó que el déficit en 2023-2024 se mantendría “en un nivel igual o inferior a la proyección presupuestaria de 2023, que era de 40.100 millones de dólares”.
Este objetivo que dijo querer alcanzar a toda costa era parte del ancla del presupuesto fiscal que había establecido el gobierno de Trudeau.
Resultado: el gobierno Trudeau tendrá que esforzarse mucho para poder alcanzar este objetivo, según varios expertos entrevistados por La Presse.
En un análisis publicado en marzo, el responsable de presupuesto parlamentario, Yves Giroux, estimó que el déficit para el año fiscal 2023-2024 debería ascender a 46.800 millones de dólares, o casi 7.000 millones de dólares más de lo previsto en la declaración económica del Ministro Freeland.
Contactado por La Presse el lunes, Giroux estuvo de acuerdo en que la brecha entre el objetivo presupuestario fijado por el gobierno de Trudeau y los resultados publicados en la reciente revisión financiera es “enorme”.
“Pero también está el llamado mes 13 del ejercicio financiero. Este es el período donde conciliamos lo pagado por adelantado o las cuentas por cobrar que aún no han sido registradas al 31 de marzo. Todos estos factores hacen que muy bien podríamos acabar con un déficit de 40.000 millones o menos o de más de 50.000 millones”, explicó Giroux.
Por ejemplo, los ajustes de fin de año dieron como resultado un déficit menor que los cálculos iniciales de alrededor de 6.000 millones de dólares en 2022-2023 (35.300 millones de dólares en total) y 5.400 millones de dólares en 2021-22 (90.300 millones de dólares en total). Por el contrario, el déficit fue 13.700 millones de dólares mayor en 2020-21 (327.700 millones de dólares) de lo previsto en la revisión financiera de marzo de 2021.
“Si nos basamos en los comentarios del Ministro de Finanzas, creo que habrá gente que trabajará duro para acercarnos al déficit de 40 mil millones de dólares. Pero la diferencia de 10 mil millones de dólares es enorme, sobre todo porque el gobierno presentó su presupuesto después del final del año financiero, el 16 de abril”, analizó.
Según Robert Asselin, ex colaborador cercano del Ministro de Finanzas Bill Morneau y ahora primer vicepresidente del Consejo Empresarial de Canadá, el gobierno de Trudeau nunca ha demostrado disciplina presupuestaria desde que llegó al poder. Dice que espera que el déficit aumente, como se sugiere en la revisión financiera de marzo.
“Era predecible. El ministro subestimó los tipos de interés para refinanciar la deuda y sobreestimó el crecimiento económico. No alcanzar su objetivo por un margen tan amplio demuestra cierta incompetencia en la gestión de las finanzas públicas. Teniendo en cuenta que el próximo presupuesto será preelectoral y que el gobierno seguirá gastando, en mi opinión esta no será la última mala sorpresa”, afirmó.