Un oficial de policía que llamó “puta” a una mujer que presentó una denuncia por agresión sexual en un mensaje de voz que le dejó por error fue absuelto el jueves por el tribunal de policía de París, lo que enfureció a la víctima. “El presidente del tribunal de policía consideró que el hecho de que un agente de policía dijera a una mujer agredida sexualmente “puta gorda” no era un insulto sexista”, afirmó el abogado de la demandante, Maître Arié Alimi.

“La institución judicial sigue protegiendo a la policía. Mi cliente desea apelar para cambiar las costumbres judiciales”, continuó. Los hechos se remontan a febrero de 2022: la víctima había presentado una primera denuncia en una comisaría de París por “agresión sexual en estado de ebriedad”. Acto seguido, un policía judicial le dejó un mensaje en el contestador para que completara su denuncia.

Pensando que había colgado, se le escuchó quejarse de la situación y luego, tras unos segundos de silencio, agregar: “Ella realmente es una puta. (…) Joder, ella se niega a enfrentarse a la puta. Como por azar. En realidad fue sólo para romperle las pelotas, estoy seguro. (…) Joder, puta”, antes de colgar correctamente el auricular.

¿Fueron estos insultos dirigidos a sus compañeros, lo que habría constituido un “insulto no público por razón de sexo”, o a él mismo, “como cuando uno se enfada con un ciclista en un coche”, lo que argumentaba el policía? Durante la audiencia de principios de diciembre, la Fiscalía invitó al tribunal a responder a esta pregunta “en su alma y en su conciencia”. Sugirió que, en el primer caso, el agente de policía debería ser condenado pero exento de pena, dada su carrera ejemplar, y que en el segundo caso debería ser absuelto.

La joven no ocultó entonces su decepción y dijo sentirse “aplastada”. Este caso había suscitado numerosas críticas sobre el trato dado por la policía a las víctimas de violencia sexual. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, consideró inicialmente que el policía “ya no tenía su lugar” en el cuerpo policial. “Tuve que rogarle al ministro que no me despidiera”, explicó el acusado al tribunal.

Suspendido durante más de cuatro meses, el policía fue finalmente sancionado con un traslado profesional y luego, en junio de 2023, con la prohibición de contacto con las víctimas y los acusados. En la audiencia negó ser “sexista o misógino” y dijo que “lamentaba mucho que la víctima escuchara estos desafortunados comentarios”.