La Ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, había encargado una misión de inspección general de educación, deporte e investigación (IGESR) relativa a la gestión de la Federación Francesa de deportes de hielo, cuestionada en numerosas ocasiones en los últimos años tanto en términos de violencia sexual y preguntas sobre su gestión financiera. Este sábado, el ministerio hizo público el informe, que es cuando menos condenatorio para un tal Didier Gailhaguet, presidente de la Federación entre 1998 y 2004, luego de 2007 a 2020.

Entre los muchos agravios expresados ​​por los relatores -que han decidido emprender acciones legales- está la desaparición de muchos archivos. “El actual equipo de dirección de la FFSG, así como el anterior, le dijeron a la misión que no tenían todos los elementos de archivo para responder a sus solicitudes de comunicación. La presidenta (Gwenaëlle Noury, elegida en junio de 2022 siguiendo a Nathalie Péchalat) y el secretario general de la federación precisaron así a la misión que no sabían dónde estaban, para los años anteriores a 2020, los contratos de trabajo de determinados empleados, facturas de proveedores , los acuerdos con determinados proveedores de servicios, en particular los vinculados a la actividad de eventos de la FFSG, los presupuestos provisionales de eventos, los acuerdos con las autoridades locales y los justificantes de la emisión de entradas, incluidos los talones de recibo.” Antes de agregar: “Un testimonio recogido por la misión afirmó haber visto a empleados federales destruir numerosos documentos en las instalaciones de la federación utilizando una trituradora, poco antes de finalizar el mandato que finalizó en febrero de 2020”.

El aspecto financiero también fue señalado por los relatores, quienes describen la situación en estos términos: «Si bien la misión pudo observar y documentar una gestión más sólida desde febrero de 2020, notó múltiples deficiencias en la gestión presupuestaria y contable anterior, algunas de las cuales cuestionar su carácter potencialmente intencional: el incumplimiento de los principios de transparencia y publicidad en la definición de los servicios de carácter comercial aunque la FFSG no esté sujeta a las normas de contratación pública; incumplimiento de los principios fijados por su propio reglamento financiero; opacidad de las relaciones con socios históricos y proveedores de servicios, sin licitación pública, por montos que la misión considera demasiado elevados y en términos cuestionables en términos de compromiso y comprobantes de gastos; ausencia de control interno de los servicios; falta de transparencia en la elección de subcontratistas,…”