Twitter eligió la «confrontación» al decidir abandonar el código de prácticas de la UE contra la desinformación en línea, dijo el lunes la vicepresidenta de la Comisión Europea, Vera Jourova. La Comisión anunció hace diez días que la red social estadounidense controlada por Elon Musk se retiraba de este código voluntario lanzado en 2018, que contiene alrededor de cuarenta compromisos destinados, en particular, a una mejor cooperación con los verificadores de hechos y privar a los sitios de publicidad que distribuyen infox. “Pensamos que es un error de parte de Twitter (…) Eligieron la confrontación”, dijo a la prensa Vera Jourova, encargada de valores y transparencia dentro de la Comisión.

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Más allá de los compromisos voluntarios actualmente en vigor, la lucha contra la desinformación se convertirá en una obligación legal en virtud de la DSA (la ley europea de servicios digitales) en vigor a partir del 25 de agosto. Si Twitter “quiere operar y ganar dinero en el mercado europeo, tendrá que cumplir con la Ley de Servicios Digitales”, insistió Vera Jourova. “El código es voluntario, pero no se equivoquen: al dejar el código, Twitter va a recibir más atención. Sus acciones y el cumplimiento de la ley europea (DSA) serán examinados de cerca, con firmeza y de manera prioritaria”, advirtió. La partida de Twitter no sorprende a Bruselas: desde que se hizo cargo de la red social hace más de seis meses, el multimillonario Elon Musk ha suavizado la moderación del contenido problemático y parece haber amplificado las voces de los notorios propagadores de información errónea en la plataforma.

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El código europeo de buenas prácticas contra la desinformación online reúne a una treintena de firmantes, gigantes como Meta, Google, Microsoft o TikTok, pero también plataformas más pequeñas, así como profesionales de la publicidad, fact-checkers y ONG. Los propios signatarios del código habían participado en su redacción. “Mucha gente que trabaja en Twitter había colaborado con nosotros (…) Es triste. Twitter tenía (empleados) muy competentes y decididos que entendieron que debe haber una cierta responsabilidad, una responsabilidad reforzada por parte de las plataformas”, lamentó la Sra. Jourova.