Aditya-L1, “Sol” en hindi, es una sonda que llevará instrumentos científicos para observar las capas exteriores del Sol. Despegó este sábado a las 08H20 (hora francesa), en directo por la televisión india, para un viaje de cuatro meses hasta su destino, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. La NASA y la Agencia Espacial Europea ya han colocado naves espaciales en órbita para estudiar el Sol, pero esta será una novedad en la India.
«Esta es una misión ambiciosa para la India», dijo el viernes el astrofísico Somak Raychaudhury a la televisión NDTV.
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Raychaudhury dijo que la sonda estudiaría las eyecciones de masa coronal, un fenómeno periódico que resulta en enormes descargas de plasma y energía magnética de la atmósfera del Sol. Son tan poderosos que pueden llegar a la Tierra y potencialmente alterar el funcionamiento de los satélites.
Aditya ayudará a predecir estos fenómenos «y alertará a todos para que los satélites puedan cortar su energía», añadió el astrofísico.
El satélite de estudio es transportado por el cohete PSLV XL de 320 toneladas, diseñado por la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO). Es uno de los pilares del programa espacial indio y ya ha realizado lanzamientos a la Luna y Marte.
El programa aeroespacial de la India tiene un presupuesto relativamente modesto, pero ha aumentado significativamente desde su primer intento de orbitar la luna en 2008.
Según los expertos del sector, la India consigue mantener los costes bajos replicando y adaptando la tecnología espacial existente para sus propios fines, gracias en particular al gran número de ingenieros altamente cualificados que ganan mucho menos que sus homólogos extranjeros.
El exitoso alunizaje del mes pasado -una hazaña anteriormente lograda sólo por Rusia, Estados Unidos y China- costó menos de 75 millones de dólares.
En 2014, India fue la primera nación asiática en colocar una nave espacial en órbita alrededor de Marte. Planea lanzar una misión tripulada de tres días alrededor de la Tierra el próximo año.
Una misión conjunta con Japón prevé enviar una sonda a la Luna en 2025 y una misión a Venus dentro de dos años.