La encuesta de principios de verano de la Cámara de Comercio e Industria de Alemania (DIHK) muestra que las medianas empresas alemanas están perdiendo gradualmente la confianza en la situación del país. El jefe del DIHK advierte que Alemania debe tomar rápidamente contramedidas.

Las cifras de la nueva encuesta de principios de verano realizada por la Cámara de Comercio e Industria de Alemania pintan un panorama sombrío. Como informa el periódico “Bild”, estos son los principales resultados:

Para el jefe del DIHK, Martin Wansleben, se trata de “signos alarmantes de una desindustrialización gradual”. No hay “ningún signo de recuperación”, declaró Wansleben al periódico Bild. Por el contrario, las empresas perderían cada vez más la confianza en la política. Wansleben lo dejó claro: “Existe el riesgo de una migración gradual de sectores industriales enteros”.

Esto fue visto por última vez. Gigantes como BASF y empresas tradicionales como Miele trasladan una parte importante de su producción al extranjero. Wansleben dice a “Bild”: “Si no tomamos contramedidas rápidamente, Alemania perderá su base industrial y, por tanto, la base de nuestra prosperidad”.

El director del Instituto Económico Alemán (IW), Michael Hüther, afirma también que “cada vez se reconocen más riesgos para Alemania” en las decisiones de inversión.

El Ministro de Economía, Robert Habeck (Verdes), también habló sobre la ley de calefacción, que generó importantes debates el año pasado, en un diálogo ciudadano con motivo del 75º aniversario de la Ley Fundamental en Berlín. Admitió que la ley había ido demasiado lejos.

Los trabajadores cualificados alemanes que trabajan y viven en el extranjero se enfrentan a un problema fiscal: un nuevo decreto del Ministerio Federal de Finanzas podría provocar una doble imposición y pagos atrasados, y también una carga para las empresas.