(Washington) La directrice du Budget de la Maison-Blanche, Shalanda Young, a demandé vendredi au Congrès de débloquer 4 milliards de dollars pour, entre autres, reconstruire le pont effondré à Baltimore, et a plaidé pour renforcer les moyens à la frontière avec México.

“El Congreso aún debe responder a solicitudes urgentes adicionales realizadas por el presidente en octubre pasado que fortalecerían la seguridad fronteriza y abordarían las necesidades nacionales urgentes”, escribió Shalanda Young en una carta enviada al presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.

En abril, después de meses de negociaciones extremadamente tensas, el Congreso estadounidense adoptó un plan de ayuda de 95 mil millones de dólares, que incluía, en particular, un gigantesco paquete de asistencia militar y económica para Ucrania.

“Le escribo hoy para reiterar la solicitud de octubre y presentar estimaciones revisadas de 4.000 millones de dólares adicionales”, dijo en la carta el director de la OMB (Oficina de Gestión y Presupuesto).

Se informa, en particular, de la reconstrucción del puente que se desplomó en marzo tras ser golpeado por un portacontenedores a la entrada del puerto de Baltimore (Maryland), de las reparaciones en Hawaii tras los incendios que asolaron la isla desde Maui el pasado verano, o de la asistencia tras los tornados. en el Medio Oeste.

Además de los 4.000 millones de dólares, Shalanda Young pidió al Congreso que apoye el acuerdo bipartidista sobre «seguridad fronteriza», que «proporcionaría importantes cambios de política, recursos y personal necesarios para asegurar las fronteras de Estados Unidos y arreglar el roto sistema de inmigración».

La Casa Blanca acusa a los republicanos de bloquear cualquier reforma migratoria en el Congreso, a petición de Donald Trump. El Senado de Estados Unidos rechazó a finales de mayo un proyecto de ley destinado a reforzar los controles en la frontera sur con México tras un fracaso inicial en febrero.  

El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, que sin embargo ayudó a negociar el texto, consideró que la decisión de los demócratas de someterlo nuevamente a votación no era más que un «plan» antes de las elecciones.

El director de presupuesto de la Casa Blanca finalmente instó a los funcionarios electos en el Congreso a actuar frente al “estado precario del sector de la primera infancia” e insistió en “la necesidad de reducir los costos del cuidado infantil para las familias trabajadoras”.