(París) La disolución de la Asamblea Nacional anunciada el domingo por Emmanuel Macron aumenta los riesgos y la incertidumbre en torno al control presupuestario de Francia, según las agencias de calificación Fitch y Moody’s, esta última viendo en ello un riesgo para la calificación.

Moody’s clasifica a Francia Aa2 con perspectiva estable, un nivel por encima de otras agencias Fitch y S

El partido vencedor en las elecciones anticipadas del 30 de junio y del 7 de julio «probablemente no tendrá la mayoría absoluta», señala Moody’s, ya que la mayoría necesitaría «unos cuarenta escaños adicionales», y la Agrupación Nacional «más de 200».

La agencia de calificación destaca los riesgos de un aumento de las mociones de censura durante la próxima legislatura y ve «un mayor riesgo de inestabilidad política, sobre todo porque la Asamblea Nacional no puede disolverse en su primer año».

Esta inestabilidad «genera riesgo crediticio», subraya Moody’s, mientras que el Gobierno saliente ya ha tenido que revisar drásticamente sus previsiones de déficit público para 2024 y 2025, manteniendo su previsión de un retorno al 3% del PIB en 2027.

«Dada la inestabilidad del panorama político, es muy posible que se abandonen estos objetivos, a pesar de la probable presión de la Comisión Europea» para que Francia se ajuste a las normas presupuestarias de la UE, estima Moody’s.

Señala que “la carga de la deuda de Francia es la más alta entre sus pares con calificaciones similares” y que “el ritmo de reducción del déficit de Francia será más lento que el de la mayoría de sus pares europeos”.  

Por lo tanto, Moody’s espera «un deterioro de la sostenibilidad de la deuda francesa» y subraya el riesgo para las perspectivas y la calificación «si concluimos que el deterioro de la capacidad de endeudamiento fue significativamente mayor en Francia que en países con calificaciones similares».

«Un compromiso menos fuerte con la consolidación fiscal también aumentaría la presión a la baja» sobre la calificación, concluye Moody’s.

Por su parte, Fitch cree que la disolución «no tiene un impacto inmediato en la calificación» pero «aumenta la incertidumbre en torno a la consolidación fiscal y las nuevas reformas económicas».

La agencia prevé una deuda del 112,8% del PIB de aquí a 2027 y subraya que un “aumento significativo y persistente de la deuda”, en particular consecuencia de “déficits públicos superiores a los previstos”, “podría llevar a medidas de calificación negativa”.