¡Respiren aliviados, bávaros! El equipo de Leverkusen completó una temporada casi perfecta con la victoria en la copa y celebró el doblete por primera vez. La victoria final por 1-0 contra el abnegado Kaiserslautern demuestra que el equipo de Xabi Alonso tiene ahora una mentalidad ganadora y desafía la resistencia.
El minuto 44 del sábado por la tarde en el Estadio Olímpico de Berlín pudo haber dado un giro dramático al partido entre el Bayer Leverkusen y el 1. FC Kaiserslautern. El defensa del Bayer Odilon Kossounou se enojó con el tendón de Aquiles de Boris Tomiak y vio la tarjeta del semáforo. ¡Rojo amarillo!
El Bayer, que hasta ahora había jugado con confianza y se había adelantado gracias a un buen disparo de Granit Xhaka (16º), se marchó al descanso con una sensación de inquietud. ¿Podrá el equipo de la segunda división del Palatinado mejorar y ganar el partido? Sin embargo, la reacción en la segunda mitad del partido demostró que el equipo de Leverkusen era increíblemente maduro e incluso capaz de actuar de manera sofisticada.
Gracias a su seguridad del balón, el equipo de Alonso mantuvo a los forasteros, que jugaron con mucho corazón, lejos de su propia portería incluso después del descanso. El equipo del Palatinado sólo creó un atisbo de peligro con dos tiros lejanos (58/62). Más bien, fue el equipo de Leverkusen el que descuidó las ocasiones y abandonó la decisión en varias ocasiones (Frimpong, 75.º, y Wirtz, 83.º y 90.º).
Sin embargo, el obstáculo se superó con éxito y al final el equipo de Leverkusen pudo animar libremente ante sus propios aficionados. El alivio se sintió hasta la grada. La temporada casi perfecta quedó dorada con la doble victoria.
Hablando de obstáculos, esto se superó dos veces. Los propios renanos aumentaron la presión sobre el juego. Su derrota por 3-0 en la final de la Europa League el miércoles contra el Atalanta Bérgamo no sólo puso fin a la loca racha de imbatibilidad (51 partidos), sino que también devolvió la imagen de “Vicekusen”. Y entonces surgió una pregunta muy general: ¿Cómo afronta este equipo una derrota?
Luego llegó el Kaiserslautern contra un equipo que era claramente un outsider. ¿No podrá este equipo de Leverkusen sobrevivir en la final? Ella sí que puede.
También gracias a que, a excepción de Kossounou, todos los mejores jugadores pudieron volver a su verdadero rendimiento. Xhaka, una sombra de lo que era antes contra el Atalanta el miércoles, llevó al Leverkusen a la victoria. Lo mismo hizo Wirtz, que sufrió mucho contra los italianos. El megatalento alemán mostró su habitual alegría al volver a jugar.
El equipo de Leverkusen se ha despojado de su imagen de subcampeón y al final de la temporada demuestra que el año que viene volverá a ser una fuerza a tener en cuenta. No hay amenaza de traición porque Xabi Alonso, el propio padre del éxito, sigue a bordo. ¿Bayer doble ganador? Quizás no sea algo único.
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