Le Figaro Niza
Pocas veces ha llovido tanto en Niza en esta época del año. El sol se impone dolorosamente entre los chaparrones que inundan la capital de la Riviera. Y que, sobre todo, debilita las estructuras menos protegidas. Este es especialmente el caso en el casco antiguo, donde ciertos edificios están plagados de humedad e infiltraciones por todos lados. La calle Saint-Joseph y la calle Pertus, dos edificios privados, fueron evacuados el miércoles por la noche como medida de precaución, mientras que un muro de carga y otro muro de contención plantean una amenaza inminente de colapso de la estructura.
Todos los residentes fueron evacuados esa misma noche. “Hay 24 viviendas afectadas, la mayoría de las cuales están desocupadas. En esta fase, 7 personas (6 hogares) son realojadas por los servicios de la ciudad y su CCAS. Una familia (un padre y su hijo) y una persona son realojadas solas”, informó la ciudad de Niza, que emitió inmediatamente una orden de seguridad urgente. El municipio que preside Christian Estrosi indica que un ingeniero estructural acudió al lugar el jueves por la mañana “para aclarar las medidas de precaución”.
En el lugar, la calle Saint Joseph estaba cerrada con barreras, el tráfico estaba estrictamente prohibido y por todas partes se colocaron carteles que prohibían temporalmente la circulación en la zona y en los que se indicaba explícitamente la naturaleza del riesgo: “derrumbe de un muro de carga”. Al final de la mañana, Élisabeth Touraille aún desafió la prohibición de observar los daños a través de una ventana de uno de los edificios dañados. “Trabajé en este lugar durante diez años, ¡esta situación no es de extrañar! Incluso en mi época las infiltraciones eran catastróficas. Se trata, en realidad, de un aumento de la humedad por capilaridad”, explica hábilmente, precisando que el muro de carga principal del edificio de la calle Saint-Joseph se apoya sobre una roca caliza y que el agua penetra entre ambos.
Este muro que hoy parece abombado, prueba del desastre. “El problema siempre ha estado ahí. Teníamos deshumidificadores grandes y todo un sistema de ventilación para intentar absorber un poco de toda esa humedad, pero nunca ayudó mucho”, comenta Élisabeth desde afuera.
Si no se conoce oficialmente la causa del desorden, también podría haber un vínculo con el gran proyecto de transformación del antiguo convento de la Visitación, situado justo al lado. Catalogada como monumento histórico, esta joya arquitectónica neomonástica pronto se convertirá en un hotel de cinco estrellas con 88 habitaciones. Para ello, el municipio también ha invertido unos 36 millones de euros. El permiso de construcción se emitió en 2016, pero el proyecto se vio frustrado por una fuerte oposición de los residentes locales que llevaron el proyecto a los tribunales. Aun así, el Tribunal de Casación acabó fallando a favor de la Ciudad y validó el permiso en enero de 2021.
El jueves por la tarde, el diputado de la primera circunscripción de Alpes Marítimos y presidente de los Republicanos (LR), Éric Ciotti, acudió allí para reunirse con los vecinos. “¿Existe alguna conexión con las obras faraónicas cercanas? Se debe establecer toda la verdad para proteger este hermoso distrito histórico”, preguntó en X (ex-Twitter). En este momento, el ayuntamiento tiene cuidado de no establecer el más mínimo vínculo con las obras realizadas en el antiguo convento.