La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, volvió a pedir este martes al Congreso que «vote por un aumento o suspensión del techo de la deuda», y que lo haga «incondicionalmente», mientras que los republicanos quieren vincular el aumento del techo a una reducción del gasto público. . El plan, presentado el 17 de abril por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, propone un recorte de 4,5 billones de dólares en el gasto público. A cambio, se comprometen a elevar el techo a 1.500 millones de dólares. Si este nivel no se alcanza para el 31 de marzo de 2024, será necesaria una nueva votación para permitir que la deuda siga aumentando.

Hasta ahora, republicanos y demócratas no han logrado ponerse de acuerdo sobre el tema, a riesgo de que Estados Unidos tenga que dejar de pagar su deuda «posiblemente a principios de junio», advirtió el lunes Moody’s Analytics. Sin embargo, un default, sin precedentes en la historia del país, «provocaría un desastre económico y financiero», subrayó Janet Yellen, durante un discurso pronunciado en California. «A largo plazo, un incumplimiento aumentaría el costo de los préstamos y nuestras futuras inversiones serían sustancialmente más costosas», insistió el Secretario del Tesoro.

Bajo estas condiciones, “el Congreso debe votar para elevar o suspender el techo de la deuda. Debe hacerlo sin condiciones. Y no debe esperar hasta el último minuto”, insistió Janet Yellen. Objeto de un enfrentamiento entre la Casa Blanca y la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, desde hace varias semanas, la cuestión del techo de la deuda tomó este martes un nuevo giro político con el anuncio de la candidatura del presidente Joe Biden para un nuevo término en 2024.

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Kevin McCarthy reaccionó en Twitter diciendo que Joe Biden parecía «centrado en su propio futuro político cuando debería estar en el futuro de Estados Unidos». Presidente “Biden debió haber anunciado que por fin se sentaba a la mesa de negociación para discutir un aumento responsable del techo y así evitar la primera falla de nuestra historia”. A principios de marzo, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, subrayó que elevar el techo era “la única salida oportuna que nos permite pagar todas nuestras facturas”, destacando, de lo contrario, el riesgo de consecuencias “difíciles de estimar” pero que “ podría ser extremadamente negativo y causar daños a largo plazo”.

El lunes, Moody’s Analytics estimó que el plan propuesto por Kevin McCarthy podría provocar una caída de 0,6 puntos porcentuales en el crecimiento potencial de EE. UU. para 2024, así como la destrucción de 780.000 puestos de trabajo. Estados Unidos es uno de los raros países donde el Parlamento vota, por un lado, el déficit presupuestario anual, que viene mecánicamente a aumentar la deuda pública, y luego, la fijación de un techo, de hecho regularmente alcanzado. Desde principios de la década de 1960, el tope se ha elevado 78 veces, según el Departamento del Tesoro.