Estados Unidos denunció el jueves el flagelo de la trata de personas, apuntando en particular en un informe al trabajo forzoso y la trata de niños, un fenómeno poco conocido. «El informe destaca varias tendencias alarmantes, incluida la expansión del trabajo forzoso (…) y el aumento del tráfico relacionado con el empleo» que se han visto agravadas por la pandemia de Covid-19, lamentó el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, al presentar el informe anual del Departamento de Estado sobre la trata de personas, que cubre 188 países, incluido Estados Unidos.
Desde Laos a Turquía pasando por Camboya, Malasia, Birmania o Filipinas, los traficantes, algunos de los cuales están vinculados a China, se han aprovechado de la pandemia para reclutar adultos y niños en decenas de países utilizando anuncios de trabajo falsos en línea, según el informe.
“Los traficantes se han aprovechado de las dificultades económicas relacionadas con la pandemia, el aumento del desempleo juvenil y las restricciones de viaje para explotar a miles de adultos y niños en una industria multimillonaria durante los últimos dos años”, indicó a los periodistas el emisario especial en este expediente, la embajadora Cindy Dyer. El informe también destaca el tráfico de chicos, que a menudo se malinterpreta, y que ha experimentado un aumento vertiginoso en los últimos años.
Citando un informe de la ONU, el Sr. Blinken lamentó el hecho de que el número de niños o jóvenes víctimas de la trata de personas se haya «multiplicado por 5» entre 2004 y 2020, en mayor proporción que el de niñas, mujeres u hombres durante el mismo período. “Durante años ha existido esta percepción generalizada pero falsa de que la trata es exclusivamente femenina, lo que francamente ha tenido consecuencias devastadoras”, afirmó citando un menor apoyo y menos recursos económicos destinados a las víctimas masculinas.
“La realidad es que cualquier persona, independientemente de su sexo, identidad de género, puede ser objetivo de los traficantes de personas”, dijo. Blinken, por su parte, acogió con satisfacción las iniciativas tomadas localmente en Seychelles, Hong Kong o Dinamarca para luchar contra este tráfico.
El informe del Departamento de Estado establece una lista de países que están haciendo esfuerzos para combatir este flagelo y otros que, a ojos de Washington, no están haciendo suficientes esfuerzos en este sentido, o incluso están involucrados en la trata de personas. Por lo tanto, China está en esta lista negra, y la Sra. Dyer destacó que Beijing no solo «no cumple con los criterios mínimos en la lucha contra la trata de personas, sino que está involucrada en una política o un patrón de trata» vinculado en particular al trabajo forzoso.
La denuncia se produce pocos días antes del viaje del domingo a Pekín del secretario de Estado norteamericano. Entre los países de la lista negra, además de China, otros diez están acusados de participar directamente en la trata de personas: Afganistán, Birmania, Cuba, Eritrea, Corea del Norte, Irán, Rusia, Sudán del Sur, Siria y Turkmenistán.