Papacito fue entrevistado por la Gendarmería Nacional este lunes 4 de diciembre por la tarde, según supo Le Figaro por fuentes constantes.

El influencer y camarógrafo es objeto de una investigación abierta por la fiscalía de Montauban por provocación al odio, insulto público y provocación pública y directa sin efecto para la comisión de un delito. Esta investigación, confiada a la Oficina Central de Lucha contra los Crímenes de Lesa Humanidad y los Crímenes de Odio (OCLCH), sigue a la difusión de un vídeo en el que Papacito ataca al alcalde de Montjoi.

En este vídeo titulado “Infestación de martas en Montjoi”, visto más de 478.000 veces, el influencer se pone del lado de un criador de cerdos de pueblo, en disputa con su vecino británico por el uso de un camino. El alcalde, Christian Eurgal, declaró que había sido puesto bajo protección policial tras recibir amenazas de muerte tras la difusión del vídeo. En el vídeo se le presenta como una «comadreja». Lo vemos cuestionado y luego ridiculizado en su ayuntamiento por los autores del vídeo.

El propio Papacito anunció su citación por parte de los gendarmes en su cuenta de Instagram, al publicar en plena jornada del lunes una historia en la que escribió: “¡Vergonzoso, es una vergüenza! Llamado a prisión preventiva por un vídeo humorístico destinado a denunciar a un alcalde corrupto mientras los fanáticos de los cuchillos están alborotados y por los que no se hace nada”.

Pero contrariamente a lo que escribió antes de ser interrogado por los gendarmes, Papacito no fue puesto bajo custodia policial: sólo fue entrevistado, como exige el procedimiento, tras un registro de su domicilio en Francia realizado por los gendarmes del OCLCH. No estaba en casa en el momento de la búsqueda, que anunció en una historia publicada desde España, donde vive parte del año.

La audiencia del 4 de diciembre tenía como objetivo devolverle las llaves y arrojar luz sobre el origen de “varias armas de categoría C, armas de caza legalmente poseídas” en su casa, dijo Papacito a Le Figaro. Por otro lado, indica que será citado ante la OLCLH el próximo 12 de diciembre, esta vez para una audiencia por los hechos que se le imputan, y espera ser puesto bajo custodia policial al igual que dos de sus colaboradores durante el último días: un camarógrafo y un actor que aparecen en el vídeo.

El canal de YouTube de Papacito, cuyo nombre real es Ugo Gil Jiménez, fue cerrado por YouTube Francia el pasado mes de junio. «El acoso y el ciberbullying no están permitidos en YouTube y tenemos reglas claras que prohíben contenidos en los que se realicen insultos o amenazas de forma repetida o maliciosa contra individuos», explicó YouTube Francia en un comunicado.

De hecho, el alcalde de Montjoi recibió amenazas de muerte por correo electrónico tras el vídeo, por mensaje telefónico del ayuntamiento o, en particular, en las redes sociales. Dos veinteañeros también fueron condenados, en un procedimiento de declaración de culpabilidad, a tres meses de prisión condicional por haber robado la bandera francesa del frontón del ayuntamiento, indicó la fiscalía, subrayando que los dos hombres habían precisado que habían visto El vídeo de Papacito.

“Hay exceso en la forma y en las palabras, lo reconozco, es vulgar”, confiesa Papacito a Le Figaro, sobre su vídeo sobre el alcalde de Montjoi. Deplorando que el fondo del caso no haya sido tomado en serio y que los medios de comunicación se hayan centrado en el proceso judicial en su contra, añade: “Si tuviera que hacerlo de nuevo, lo haría de otra manera, creo que sería más fino, más estratégico, porque subestimo la perversidad de la narrativa de los medios”. Añade que favorece la “gadriola”, “confiando en el sentido común” de su público.

Pierre-Guillaume Mercadal, el criador que se enfrenta al alcalde de Montjoi, indica que las declaraciones contenidas en el vídeo «no fueron cuestionadas por el alcalde», ya que «no presentó ninguna denuncia por difamación».

Por su parte, Papacito también destacó en junio de 2021 por haber simulado la ejecución de un votante del LFI, lo que provocó una reacción inmediata de indignación por parte de Jean-Luc Mélenchon. La fiscalía de París había abierto una investigación por «provocación» al asesinato y Papacito ya había sido interrogado por la policía. Libération también denunció las prácticas del YouTuber el pasado mes de junio, por repetidos ataques contra uno de sus reporteros, especializado en cubrir la extrema derecha. Papacito, sin embargo, nunca ha sido condenado hasta ahora.