El embajador de Georgia en Francia anunció el jueves su dimisión debido a «tensiones» relacionadas con un proyecto de ley sobre la «influencia extranjera», denunciado por la oposición y en Occidente, que según él obstaculiza las relaciones del país con sus socios extranjeros.

Este texto, una iniciativa del partido gobernante, el “Sueño Georgiano”, ha provocado el enfado de una parte de la población, que lo considera contrario a las aspiraciones europeas de este país caucásico. Criticada también por los occidentales, se inspira en una ley utilizada desde hace años por el Kremlin para reprimir las voces disidentes en Rusia.

El embajador, Gotcha Javakhishvili, explicó en Twitter que había “presentado una solicitud a la autoridad georgiana para poner fin a mis funciones en este cargo antes de la fecha límite”. «Las tensiones actuales y el clima generado por el proyecto de ley (…) en nuestras relaciones con nuestros amigos y socios extranjeros hacen que mi misión (…) sea extremadamente difícil», dijo en un mensaje en francés.

El texto fue presentado el año pasado y luego abandonado después de protestas callejeras a gran escala, pero el gobierno georgiano optó por reintroducir una versión ligeramente modificada. Planea exigir que cualquier ONG u organización de medios que reciba más del 20% de su financiación del extranjero se registre como una “organización que persigue los intereses de una potencia extranjera”. El Gobierno asegura que esta medida pretende garantizar la «transparencia» en la financiación de las organizaciones.

Las manifestaciones que movilizan a veces a decenas de miles de personas contra este texto sacuden Georgia desde principios de abril. Los ciudadanos y figuras políticas del país movilizados contra el proyecto de ley son objeto de violencia y amenazas, denunciaron también el jueves dos ONG internacionales. Los ciudadanos reciben «amenazas» mientras que los políticos y activistas implicados son objeto de «ataques y represalias organizados», denunció la ONG anticorrupción Transparencia Internacional en un comunicado de prensa.

Human Rights Watch (HRW), por su parte, deploró que algunos manifestantes, entre ellos un estudiante de secundaria de 17 años, fueran «golpeados violentamente por la policía». Durante las manifestaciones contra este proyecto de ley, un periodista de la AFP vio a agentes de policía utilizar balas de goma contra los allí reunidos. Al menos cuatro activistas y figuras políticas opuestas al gobierno dijeron haber sido atacados la semana pasada, según medios locales.