El futuro del crédito nacional: deuda y decisiones en el 2025
En la Ciudad de Panamá, Panamá, el panorama crediticio del país ha sido desafiante en el transcurso del año 2024. Desde la rebaja de la calificación de deuda por Moody’s hasta la exclusión del listado de grado de inversión por Fitch y la inminente salida del mismo listado por parte de S&P Global, Panamá se enfrenta a una serie de dificultades financieras que impactan directamente en su economía.
El impacto de las rebajas en las tasas de interés
Como consecuencia de estas rebajas en la calificación crediticia, Panamá ha visto un aumento significativo en las tasas de interés para pedir prestado. Anteriormente, el país ofrecía un 4.5% de interés, pero actualmente se ve obligado a ofrecer entre el 7% y el 8%. Esta diferencia tiene un impacto considerable, especialmente en préstamos de gran magnitud, como uno de mil millones de dólares, donde la variación de intereses puede representar más de $25 millones al año.
Además, esta situación se ve agravada por la necesidad de refinanciar la deuda existente a tasas más elevadas, lo que genera una presión financiera adicional sobre el país. Es crucial tener en cuenta que una parte significativa de la deuda nacional está próxima a vencer en el corto y mediano plazo, lo que agudiza la urgencia de abordar esta problemática.
El desafío del déficit y la presión presupuestaria
El corazón del problema radica en el déficit presupuestario de Panamá, que se proyecta entre el 6% y el 7% del producto interno bruto (PIB) para este año. Con un PIB que supera los $85,000 millones, cada punto porcentual de déficit representa más de $850 millones, lo que significa un déficit potencial de más de $5,000 millones, una cifra considerable que sobrepasa los aportes del Canal de Panamá.
La crisis económica desencadenada por la pandemia ha exacerbado esta situación, con un aumento en el gasto público y en la deuda necesaria para financiarlo. La relación entre la deuda pública y el PIB ha pasado del 45% antes de la pandemia a más del 60% en la actualidad, lo que alerta a organizaciones internacionales sobre la necesidad de implementar medidas para garantizar la estabilidad económica a largo plazo.
Las reformas necesarias en el sistema de pensiones
Uno de los aspectos que más preocupa a las casas calificadoras es la situación de la Caja de Seguro Social, cuya solvencia se ve amenazada por el cambio en la pirámide poblacional y deficiencias administrativas. Sin una reforma integral, la Caja dependerá de aportes directos del Tesoro Nacional para cubrir sus obligaciones financieras, lo que representa un riesgo significativo para las finanzas públicas.
Es fundamental implementar reformas en el sistema de pensiones para garantizar la sostenibilidad a largo plazo y reducir la dependencia del Gobierno Central en el futuro. La ventana de oportunidad para abordar esta problemática es limitada, y la estabilidad económica del país está en juego.
Conclusiones y desafíos futuros
A pesar de los desafíos actuales, Panamá cuenta con activos importantes a su favor, como su ubicación geográfica estratégica, su dinamismo económico y su diversificación productiva. Sin embargo, para capitalizar estos activos, el país debe demostrar disciplina fiscal y dirigir sus recursos hacia inversiones que impulsen el crecimiento económico y aumenten la productividad nacional.
En los próximos años, Panamá enfrentará retos financieros significativos que requerirán decisiones difíciles y una gestión eficiente de los recursos disponibles. El futuro del crédito nacional dependerá en gran medida de la capacidad del país para abordar estas cuestiones de manera efectiva y sostenible.