Es una iniciativa original que provoca una reacción. Este jueves, el hospital Georges-Pompidou lanzó una convocatoria de donaciones para ayudarle a financiar y adquirir una nueva máquina: un escáner fotónico de conteo, cuyo proceso de obtención de imágenes es, según la infraestructura parisina, «revolucionario». Abarcará “todas las especialidades, y en particular cardiología, enfermedades vasculares, oncología (digestiva, ginecológica, urológica, torácica), otorrinolaringología y patologías osteoarticulares”.

Una herramienta de última generación que “supone un gran avance científico”. Si el hospital consiguiera recaudar la suma suficiente, sería “el primero en la región de París y el tercero en Francia en adquirir este equipamiento de última generación”. El impacto en “la salud y el bienestar de los pacientes sería decisivo”. Rápidamente, esta forma de premio acumulado fue criticada en las redes sociales. Especialmente por parte de representantes de la derecha nacionalista, que plantean la cuestión del uso del dinero público.

La diputada RN por Var Laure Lavalette simplemente se preguntó “¿a dónde van nuestros impuestos, adónde va nuestro dinero?” Su colega Emmanuel Blairy exclamó contra la “gestión catastrófica de los fondos públicos por parte del gobierno, (que) lleva al hospital Pompidou a pedir donaciones”. Nicolas Dupont-Aignan, por su parte, protestó por “miles de millones para Ucrania y la UE, pero nada para el servicio público”. “La AP-HP se verá obligada a pedir financiación a los franceses a finales de año”, se burló. La misma historia con los republicanos. El diputado Yannick Neuder denunció una “situación espantosa”: “El hospital ahora debe pedir caridad para obtener material sanitario”.