El Día de San Valentín en Panamá: Celebración, presión y salud mental

El Día de San Valentín, una festividad que evoca amor, romance y gestos afectuosos, puede desencadenar sentimientos encontrados en muchas personas. Más allá de las flores, chocolates y posts en redes sociales, esta celebración puede generar presión y malestar, especialmente para aquellos que no tienen pareja.

La presión social y la idealización del amor romántico como sinónimo de éxito personal pueden hacer que las personas solteras se sientan incompletas o fracasadas en una sociedad que exalta las relaciones amorosas como la clave de la felicidad plena.

Según la psicóloga de familia Sonya Núñez, la comparación constante con imágenes de relaciones “perfectas” en esta fecha puede desencadenar ansiedad, insuficiencia e incluso depresión en algunos casos. Es importante recordar que lo que se muestra en redes sociales no siempre es la realidad, y que las parejas también enfrentan conflictos que rara vez se muestran en línea.

¿Cómo sobrellevar el Día de San Valentín?

Para enfrentar el impacto emocional de esta festividad, es crucial reconocer que el amor no se limita a una sola forma. Además del amor romántico, la celebración puede ser una oportunidad para fomentar el amor propio, la amistad y las conexiones significativas en general. Actividades como el autocuidado, la gratitud y el reconocimiento de logros personales pueden ayudar a aliviar la presión social asociada con la fecha.

El impacto en personas con enfermedades o discapacidades

Para aquellos que lidian con enfermedades crónicas, discapacidades o condiciones de salud difíciles, el Día de San Valentín puede ser una celebración que no genera felicidad. En estos casos, es esencial trabajar en el amor propio y en reconocer los logros personales, ya que la salud mental puede convertirse en una aliada o enemiga.

La celebración del 14 de febrero no debería ser una fuente de angustia para nadie. Es fundamental replantear la percepción de esta fecha y promover una visión más inclusiva del amor, que abarque la amistad y la solidaridad. La salud mental es prioritaria, y cada persona merece sentirse valiosa, amada y suficiente, con o sin pareja sentimental.

¿Cómo nace el Día de San Valentín?

El origen de esta festividad se remonta al siglo III en Roma, Italia, cuando un sacerdote llamado Valentín desafió la orden del emperador Claudio II de prohibir los matrimonios entre jóvenes. Por oficiar en secreto las uniones de los enamorados, Valentín fue sentenciado a muerte el 14 de febrero del año 270, convirtiéndose en el patrón de los enamorados.

En conclusión, el Día de San Valentín es mucho más que flores y chocolates. Es una oportunidad para reflexionar sobre el amor en todas sus formas, practicar la gratitud y fortalecer las conexiones significativas en nuestras vidas. Recordemos que la salud mental es un tesoro invaluable que merece ser protegido y cultivado en todo momento.