¿Una visita de escala para preparar la visita del presidente chino Xi Jinping a Estados Unidos a finales de año? El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, recibirá este fin de semana en Washington a su homólogo chino, Wang Yi. Esta visita, prevista de jueves a sábado, se produce tras múltiples contactos en los últimos meses entre estadounidenses y chinos que se esfuerzan por “gestionar responsablemente” las tensiones entre las dos grandes potencias rivales.
El acercamiento chino-ruso, la guerra en Ucrania y, sobre todo, la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás deberían figurar en las discusiones, en un momento en el que la comunidad internacional teme una escalada del conflicto. En este sentido, China deploró profundamente la decisión de Estados Unidos de bloquear la semana pasada una resolución de la ONU que pedía una “pausa humanitaria” entre Hamás e Israel. Para Washington, la reunión con Wang Yi será una oportunidad para alentar a Beijing a adoptar “un enfoque más constructivo” en estos dos conflictos y más allá, afirmó un alto funcionario estadounidense bajo condición de anonimato.
Hay muchas áreas de fricción. Desde Taiwán, que Beijing reclama como parte de su territorio, hasta las actividades de China en el Mar de China Meridional, como lo demuestra el último incidente de colisión entre barcos chinos y filipinos que Washington deploró profundamente. China también se ha acercado a la Rusia de Vladimir Putin y se esfuerza por extender su influencia en el mundo, incluido Oriente Medio. Se trata de “continuar nuestros esfuerzos para mantener canales de comunicación abiertos” con Beijing y “gestionar nuestra competencia de manera responsable”, dijo a los periodistas otro alto funcionario estadounidense al anunciar la visita.
No se proporcionaron detalles sobre su programa preciso ni si Wang Yi sería recibido por el presidente estadounidense Joe Biden. Durante su visita a Pekín el pasado mes de junio, el secretario de Estado Antony Blinken fue recibido por el presidente chino. En cualquier caso, la visita podría servir para preparar la visita del presidente chino Xi Jinping a Estados Unidos, posiblemente al margen de la próxima cumbre de los países del Apec (Cooperación Económica Asia-Pacífico) que se celebrará en San Francisco a mediados de noviembre.
Joe Biden ha expresado repetidamente su “esperanza” de una próxima reunión antes de fin de año, mientras que su último encuentro cara a cara se remonta a la cumbre del G20 en Bali, en noviembre de 2022. Las relaciones entre Beijing y Washington están marcadas por tensiones como durante el vuelo de un globo chino sobre territorio americano a principios de año. En junio, Joe Biden ofendió a Pekín al afirmar que Xi Jinping pertenecía a la categoría de “dictador”.
Estados Unidos destaca el fortalecimiento de sus alianzas en Asia, que Beijing considera que no es más que un deseo de “contener” y “cercar” a China. En los últimos meses, Estados Unidos recibió al primer ministro indio, Narendra Modi, en una visita de Estado a Washington, celebró una cumbre trilateral en Camp David con los líderes de Japón y Corea del Sur y fortaleció las alianzas de defensa con Filipinas y las islas del Pacífico. El presidente Biden también realizó una visita histórica a Vietnam y recibirá este miércoles en la Casa Blanca al primer ministro australiano, Anthony Albanese.
El presidente Biden, que ha descrito a Estados Unidos como un “faro” de las aspiraciones democráticas en el mundo, también está pidiendo al Congreso 7.400 millones de dólares adicionales para hacer frente a China, militar y económicamente.