Ya criticado por haberse beneficiado de la generosidad de un multimillonario republicano, el juez más conservador del Tribunal Supremo estadounidense, Clarence Thomas, admitió el jueves haber viajado gratis a bordo del jet privado del empresario.

Una serie de revelaciones embarazosas provocaron una polémica sobre los obsequios recibidos por los jueces en los últimos meses, poniendo en dificultades al Tribunal Supremo, que ha encadenado decisiones impactantes sobre el aborto o las armas. Los medios de comunicación habían revelado que Clarence Thomas había aceptado, sin declararlo, estancias o cruceros en un megayate del multimillonario Harlan Crow.

En su balance financiero para el año 2022, hecho público el jueves, indicó también que el año pasado viajó gratis tres veces a bordo del jet privado del empresario por motivos de «seguridad». En mayo de 2022, el medio Político había revelado que el Tribunal Supremo se disponía a anular la protección constitucional del aborto, lo que había indignado a algunos estadounidenses y merecido fuertes críticas de los jueces conservadores. Debido al «mayor riesgo de seguridad» para el juez tras la filtración a los medios, Clarence Thomas utilizó un jet privado para viajes oficiales después de que sus guardaespaldas desaconsejaran los vuelos comerciales, según el comunicado.

Clarence Thomas no había declarado en el pasado los lujosos viajes que le ofrecía Harlan Crow, quien también había pagado el colegio privado de su sobrino nieto y le había comprado la casa donde vivía su madre. El juez tampoco reveló que el multimillonario había donado 500.000 dólares a un grupo conservador fundado por su esposa, Ginni Thomas, gran parte de los cuales le fueron entregados como salario. Se defendió asegurando que las normas que regulan las declaraciones en torno a este tipo de paralizaciones habían cambiado y que Harlan Crow no tenía ningún caso pendiente ante el Tribunal Supremo.

Al margen de su declaración para 2022, Clarence Thomas subrayó que las reglas habían cambiado y que estaba esperando saber si debía modificar sus informes anteriores. Su abogado, Elliot Berke, dijo que los errores en sus declaraciones anteriores se habían cometido «inadvertidamente» y que el juez siempre intentó «seguir la ley», incluso en relación con sus «viajes personales reportables». Las críticas de Clarence Thomas son «ridículas» y provienen de «organizaciones de izquierda», añadió su abogado.