(Cabo Cañaveral) Un nuevo satélite estadounidense destinado a mejorar significativamente las predicciones de tormentas solares, fenómenos capaces de perturbar las redes eléctricas y de comunicaciones en la Tierra, despegará el martes de Florida.
El satélite, que pesa casi 3 toneladas y tiene el tamaño de un pequeño autobús escolar, permitirá también observar huracanes e incendios en la Tierra hasta la década de 2030.
El despegue de un cohete SpaceX Falcon Heavy que transporta la preciosa carga está previsto que tenga lugar desde Cabo Cañaveral a partir de las 17:16 horas. La ventana de disparo se prolongará durante dos horas, pero se espera que las condiciones meteorológicas sean desfavorables.
Este será el décimo despegue del potente Falcon Heavy.
La máquina, denominada GOES-U, es la última de una serie de cuatro satélites resultantes de una colaboración entre la NASA y la Agencia Estadounidense de Observación Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Son “una herramienta esencial para proteger a Estados Unidos y a los mil millones de personas que viven y trabajan en el continente americano”, dijo Pam Sullivan de NOAA durante una conferencia de prensa.
Pero GOES-U es el primero de los cuatro que incluye un coronógrafo llamado CCOR-1. Un coronógrafo bloquea el disco solar y permite observar la corona solar.
De esta capa exterior se originan “grandes explosiones solares, llamadas eyecciones de masa coronal, que pueden proyectar miles de millones de toneladas de material a millones de kilómetros por hora hacia la Tierra”, explicó Elsayed Talaat, responsable de observaciones del clima espacial en la NOAA. .
Este material puede alterar los satélites, la infraestructura energética, los sistemas de navegación aérea o el GPS.
A principios de mayo, una tormenta geomagnética de nivel 5, el nivel máximo, golpeó la Tierra por primera vez en dos décadas, provocando impresionantes auroras boreales en todo el mundo.
Con el nuevo coronógrafo, este evento podría haberse especificado mejor desde el principio (velocidad, dirección, etc.), según Elsayed Talaat.
Esta es la primera vez que Estados Unidos podrá observar la corona solar casi continuamente, creando el equivalente a un eclipse cada 30 minutos.
Actualmente, estas observaciones se reciben con un retraso de hasta 8 horas, realizadas por un satélite lanzado en 1995, pero que se espera que deje de funcionar dentro de dos años.
El nuevo instrumento supondrá un “cambio de juego” y “abrirá un nuevo capítulo en las observaciones del clima espacial”, según Elsayed Talaat.
Goes-U se colocará en órbita geoestacionaria, aproximadamente a 35.000 km sobre la Tierra, y estará operativo después de unos meses de pruebas.