El Silencioso Misterio del Cristo Pobre en Casco Antiguo: Una Tradición Centenaria
En Ciudad de Panamá, Panamá, existe una imagen que conmueve sin necesidad de ostentación. El Cristo Pobre, también conocido como el «Jesús de la chancletita», representa a un Jesús humilde y vulnerable, presentado al pueblo con una sentencia de muerte ya escrita. Este Cristo no lleva túnicas ricas ni una cruz pesada, solo una chancleta en el pie y el peso de la humanidad entera sobre los hombros. El próximo miércoles 16 de abril, la Hermandad del Cristo Pobre llevará en procesión esta imagen por el Casco Antiguo a partir de las 7:00 p.m.
La Historia y la Devoción al Cristo Pobre en Casco Antiguo
La figura del Cristo Pobre es una talla articulada del siglo XVIII, la segunda más antigua de la iglesia Nuestra Señora de la Merced en Ciudad de Panamá. Se trata de una imagen de vestir, a la que periódicamente se le cambia su túnica, bastón, calzado y peluca. Esta tradición centenaria del Cristo Pobre tiene sus raíces en Perú y se ha extendido por varios países de América, siendo una representación de la humildad y la penitencia.
La Procesión del Cristo Pobre: Una Experiencia de Fe y Recogimiento
Cuando el Cristo Pobre sale en procesión desde la Iglesia de la Merced, el silencio se apodera del Casco Antiguo. Quienes lo siguen lo hacen con recogimiento, pues esta no es una procesión de espectáculo, sino de alma. La fe se manifiesta sin adornos, en un acto de devoción profunda. Esta imagen está asociada a representaciones del «Ecce Homo» o del Cristo de la Paciencia y es muy venerada en zonas populares, donde las procesiones y misas en los barrios son parte de la tradición.
Recorrido de la Procesión del Cristo Pobre por Casco Antiguo
La procesión del Cristo Pobre recorre diversos puntos emblemáticos de Casco Antiguo, incluyendo la Iglesia Nuestra Señora de la Merced, la Iglesia de San José, las Ruinas de la Compañía de Jesús, las Ruinas de Santo Domingo, la Iglesia de San Francisco de Asís, el Oratorio San Felipe Neri y la Catedral Basílica Santa María la Antigua. Este recorrido, lleno de simbolismo y devoción, reúne a fieles y devotos para rendir homenaje a esta representación humilde y conmovedora de la fe cristiana.
En conclusión, el Cristo Pobre en Casco Antiguo es mucho más que una imagen religiosa; es un símbolo de humildad, penitencia y fe profunda. Su presencia en las calles de la ciudad invita a la reflexión y al recogimiento, recordando la importancia de la sencillez y la devoción en la práctica religiosa. La tradición del Cristo Pobre perdura a lo largo de los siglos, uniendo a comunidades en torno a la figura de un Jesús humilde y compasivo.